altVengan a Adorarle a Él (2)

Iglesia de Taipei, Taiwan  (01 de Febrero 2002)


¿Cómo podemos llegar a adorar al Señor Jesús hoy?

Por favor veamos el Evangelio de Mateo capítulo 2 y versos del 1 al 2:

(1) “Después que Jesús nació en Belén de Judea en tiempos del Rey Herodes, llegaron a Jerusalén unos sabios procedentes del Oriente.

(2) ¿Dónde está el que ha nacido Rey de los judíos? Preguntaron. Vimos levantarse su estrella y hemos venido a adorarlo.”

Ahora leamos del verso 8 al 12:

“Y enviándolos a Belén, dijo: Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño; y cuando le halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore.

(9) Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño.

(10) Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo.

(11) Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra;

(12) Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.”

En el servicio de hoy en la mañana compartimos respecto a estos versos, que cuando alguien en particular quiere venir a adorar a Dios, existen ciertos principios que debe observar.

Ya hablamos referente a los versos del 1 al 2, que si alguien tiene un corazón dispuesto para adorar a Dios, tiene que irrumpir a través de los obstáculos en el camino, sin buscar razones como: “Estoy muy ocupado, no me alcanza el tiempo, realmente no puedo hacerlo.”

Tampoco buscara excusas como: “La iglesia queda muy lejos de mi casa, llegar es realmente inconveniente.”

Los sabios del Oriente, viajaron desde una región tan lejana como Turquía, tardaron cerca de un mes y medio para llegar a Israel. El objetivo de llegar hasta Belén era ir a adorar a Jesucristo.

A partir de los versos 8 y 9, podemos decir que, una persona que quiere venir a adorar a Dios, necesita en su vida, orar constantemente, debe pedir a Dios que abra un camino, y que le guíe.

En nuestra vida, sino fuera por la protección de Dios rodeándonos como un muro, enfrentaríamos de continuo las tentaciones del demonio.

Particularmente en el área de adoración a Dios, el diablo siempre tiene trampas en su poder para venir a entorpecer que nos acerquemos a Dios.

En este servicio de la tarde, continuaremos a partir del verso 11 al 12, hablaremos sobre las condiciones que se requieren para adorar a Dios.

Tercer punto: si alguno en verdad quiere adorar a Dios, lo mostrará en su conducta con sinceridad y devoción.

Desde el verso 11, vemos a los sabios del Oriente que luego que hallaron a Jesús en el mesón, la Biblia dice, que al ver ellos al niño, reverentemente le rindieron homenaje.

Comprendamos que en ese momento Jesucristo no era un adulto, Él era solamente un niño recién nacido.

Adicionalmente, el lugar del nacimiento de Jesús fue un pesebre, pues no había lugar en el mesón, el lugar al que el Dios de los cielos había guiado a los sabios del Oriente era muy sencillo, era el lugar de habitación de gente pobre, una morada muy pequeña, Dios no les guío a la mansión de una familia rica.

La reacción de la gente frente al ambiente, es muy extraña y también muy especial.

En mi experiencia visitando a los hermanos de la iglesia, si tengo que visitar la casa de una familia rica, después de entrar, al ver la decoración me siento tan impresionado, entonces cambia mi forma de hablar, se torna más elegante, y al caminar también lo hago de forma más lenta y confiada, pareciera que soy un caballero, o a la manera de uno, como si fuera un Pastor importante, ese ambiente influye en uno de manera muy especial.

Suponiendo que visito la casa de una familia muy sencilla, al ver que la decoración y los muebles son más comunes, desde que entro puedo ser yo mismo espontáneamente, siendo como realmente soy, me comporto como realmente soy.

Constantemente, algunos, debido a mi tosquedad, me llaman el Pastor-Gangster, también algunas personas dicen que tengo muy buen carácter.

La verdad es que yo mismo no lo sé. Yo creo que el ambiente en el que vive una persona produce en ella una gran influencia, haciendo que la conducta que se manifiesta sea variada y diferente.

En ese tiempo Jesucristo no solamente era un bebe recién-nacido, además el lugar en que nació era un pesebre, mostrando que su familia terrenal era muy pobre.

¿Qué identidad tenían los que llegaron a adorar a Jesús?

La Biblia dice que ellos eran sabios. La versión actual de la Biblia, traducida del original al chino mandarín, usa la palabra “astrónomos” para designar a los sabios, o gente especializada en estudiar los planetas, las estrellas y el cosmos.

Por eso ellos se habían percatado del cambio en las estrellas, cómo maravillosamente se habían transformado.

Podemos comprender que ellos poseían considerable erudición, para la sociedad de esa época tenían una posición considerable, tenían la reputación de eruditos.

Sin embargo, ellos fueron en peregrinación a ver a Jesús, y en cuanto lo vieron, la Biblia dice que le adoraron.

Comprendemos que por ver a Jesús, habían ellos viajado desde un lugar tan lejano, cuando lo lograron, se sintieron tan emocionados.

Hablando de forma simple, eso era sincera devoción.

No tomaron en cuenta su posición social, ni las apariencias, para hacer comparaciones o considerar si cabía dentro de lo normal o no.

Aquí lo importante a señalar es que cuando de corazón sincero y honesto alguien quiere adorar a Dios, debe cumplir las condiciones de la devoción sincera. 

La pregunta es ¿a qué se le llama hacer las cosas con “Devoción Sincera”?

Nosotros constantemente decimos que queremos tener devoción, pero la pregunta es ¿a qué le llamamos devoción?

Originalmente el significado de la palabra “devoción” tenía que ver con la conducta respetuosa, reverente, alguien verdadero, y real.

Respecto a la conducta devota, cuando hoy venimos a la iglesia para adorar a Dios, Jesucristo, muchos dicen: “la devoción se lleva por dentro, basta con tener un corazón sincero, no es necesario tanto alboroto.”

Hasta hace un momento no sabía si habíamos entendido claramente el significado original de “Devoción”

Una conducta respetuosa, un corazón que tiene verdad, que es real, sincero.

Atención que primero está la “Conducta”, y después el “Corazón”.

Si alguien en verdad tiene devoción a Dios, se le notará por su conducta, se manifestará lo que tenga dentro del corazón. 

A veces cuando vamos a una iglesia, podemos observar en detalle, si los hermanos de la iglesia tienen un corazón devoto para servir.

En una ocasión visité una iglesia, aunque ciertamente no puedo decir que fui a examinar, lo más común para nosotros como pastores es el visitar las iglesias.

La conducta mostrada en esta iglesia era muy diferente, al orar durante el servicio, nadie usaba las manos para doblar la tabla para arrodillarse a orar, todos usaban los pies, haciendo un gran ruido de golpes de madera.

¿Podría percibir, decir que en esa iglesia en verdad había devoción?

Usted nota durante el servicio, la clase de movimientos y actitudes que ellos muestran.

Usted entendería a que nivel practican la devoción, por lo observado en aspectos de adoración.

En otra iglesia, al iniciar el servicio, casi no había personas, y al comenzar a cantar y la oración, casi no había gente.

Luego llegamos a la parte donde constantemente decimos que cuando oramos hay poder, porque cuando oramos, los milagros de Dios aparecen. Cuando estábamos diciendo eso, en un instante, apareció mucha gente que había llegado tarde al servicio. 

Obviamente iban tarde a la iglesia, aunque debemos comprender la situación de algunas personas, pues realmente algunos tienen un día lleno de prisas, y tratan pero aun así llegan tarde, en esos casos debemos animarles, y reconocer que lo bueno es que pudieron llegar.

No podemos negar, que muchos dejan las cosas para el último minuto, y en absoluto hacen las cosas con anticipación. Hermanos, ¡también es de mucho gozo llegar a la iglesia antes de la oración inicial!

Los adultos mayores presentes, quizá guardan el recuerdo de cómo era la Verdadera Iglesia de Jesús al inicio. 

Recuerdo cuando estudiaba en la escuela primaria, y secundaria, siempre asistía a la iglesia de Chia-Yi, eran 6 kilómetros en bicicleta, desde el puente Wan pedaleando en la bicicleta, hasta llegar aquí.

En ese tiempo, todos madrugaban para venir a la iglesia, el salón principal siempre se llenaba de un extremo al otro, y todos orábamos con mucha devoción.

Entonces, la tabla para arrodillarse no era como la que tenemos ahora acolchonada, tan cómoda, antes todo era pura madera, ciertamente uno se podía romper las rodillas.

Actualmente muchos niños dicen: “¡Guau, tan largo fue el tiempo de oración, que hasta se nos podrían romper las rodillas!

Ni han probado lo que se siente cuando se rompe uno las rodillas por arrodillarse sobre la madera dura, eso sí podría hacer que las rodillas se rompieran. 

Pero, en esos días ustedes podrían haber percibido que mucha gente en su corazón tenía devoción hacia Dios, llegaban muy temprano para orar en la iglesia.

Al doblar la tabla para arrodillarse a orar, lo hacían en silencio, todos llegaban temprano, observaban atentamente que dentro del lugar de oración no hubieran niños corriendo, no como ahora, que el salón de la iglesia parece a veces un campo de juego para los niños, el nivel de devoción era distinto.

Aún recuerdo cuando yo quería ir a la iglesia, mi mamá primero nos llamaba para decirnos: “Les advierto, si me entero que anduvieron corriendo dentro de la iglesia, al regresar a casa tendrán una buena disciplina.”

En esos días había mucha presión para ir a la iglesia, aun con eso, nos gustaba mucho ir, es muy raro verdad.

Al inicio, cuando la verdad del evangelio recién llegó a Taiwán, por ejemplo en la iglesia de Wen-Cun, yo escuche del testimonio de los adultos mayores, que al inicio nuestro entendimiento acerca de las enseñanzas de la Biblia no era nada profundo, pero teníamos devoción a Dios, habían muchas personas de los departamentos, que regresaban a sus hogares después del trabajo, lo único que querían era preparase y apresurarse a comer, para ir al servicio de la iglesia. 

Muy diferente comparado a la actualidad, ahora es: “¿el servicio de la iglesia? ¿Puedo faltar hoy? Atender el servicio es difícil y doloroso.”

Algunos dicen de los que asisten a los servicios de la iglesia, que la gran mayoría viste sandalias.

Se ponen sandalias porque son gente pobre. 

A veces, incluso algunos vieron a personas que vestían con camisas hechas de la tela de las bolsas vacías de la harina importada de los Estados Unidos, por un lado la bolsa decía: “Cooperación China-Americana”, y por el otro lado estaba escrito: “peso neto: 50 Kilos” y así se los ponían para ir a la iglesia, todo esto se podía ver.

Los que venían a los servicios eran movidos por devoción en su corazón, no sé ni cómo describirlos.

Algunos lloraban al saber que se iban a bautizar en agua. Nosotros en la actualidad cuando alguien se quiere bautizar, se le tiene que pedir a través de ruegos que se bautice, invitarles 3 veces, pedirles 4 veces, y suplicarles 5 veces, y aun así no necesariamente quieren bautizarse.

En esos días, una vez se decía que tenían que bautizarse, comenzaban a llorar, o decían “Ya esperé medio año, finalmente llegó la oportunidad que he estado esperando.”

En esos días cuando se recibía el Espíritu Santo, la gente lloraba. Mucha gente lloraba al recibir el Espíritu Santo. La doctrina no se comprendía a profundidad, ni se podían hacer estudios profundos.

Nuestros ancianos dicen que en una oportunidad, durante uno de los servicios, quien estaba dirigiendo, abrió su Biblia y comenzó a leer en el Libro de Romanos capítulo 8, solo leyó el capítulo 8 del Libro de Romanos, sin parar, leyó todo el capítulo una vez, luego de nuevo, leyó hasta que todos estuvieron llorando.

Creo que posiblemente solo los adultos ancianos pudieron experimentar esa clase de situaciones, los que son de 40 años para abajo podrían decir:

“usted solo nos está contando historias imaginadas, ¿Cómo sería posible que pasaran cosas así?” Es muy difícil ahora tener la experiencia de lo que en ese tiempo se vivió.

El Libro de Romanos capítulo 8 y verso 35 dice:

“¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?”

Cuando ellos habían leído hasta este verso, ellos todos se pusieron a llorar.

Ellos percibían grandemente el amor de Dios. Por eso muchos de los adultos ancianos extrañan mucho la atmosfera de devoción que había antes en las personas cuando iban a la iglesia.

En la iglesia de esos días, no había presidente de la Asamblea, ni oficinistas, no existía para nada esa clase de distinción de jerarquías, todos venían vestidos de forma simple, con devoción a adorar a Dios.

Aquí vemos, que aun teniendo identidad de sabios y eruditos, con todo, al ver a Jesús, ellos también se arrodillaron en adoración.

La devoción se muestra en la conducta, el arrodillarse para adorar es una manifestación en lo externo.

Hoy en día en nuestra iglesia, aunque no forzamos a las personas a través de muchas reglas para amarrarlos, aun así, la devoción se manifiesta desde lo íntimo del corazón, como algo tan natural que permea hasta mostrarse en nuestra conducta.

Comprendemos aquí, que cuando alguien en verdad tiene un corazón dispuesto para adorar a Dios, tiene que tener devoción, una clase de disposición espiritual manifiesta en su vida diaria.

Adicionalmente, la devoción en una persona es un requisito absoluto para obtener la bendición de Dios.

En el Libro de los Hechos capítulo 10 y verso 2 se habla de Cornelio, que era un hombre devoto, por lo cual Dios tomo la iniciativa de compartirle la salvación por gracia.

También en el mismo Libro de los Hechos capítulo 22 y verso 12 se anota que quien bautizó a Pablo, Ananías era un hombre devoto, por lo que satisfacía el requisito, siendo adecuado para que Dios lo comisionara para ir y bautizar a Pablo.

De la Biblia debemos comprender, devoción para los que quieren adorar a Dios en su vida diaria, es una disposición espiritual natural.

Esperamos que cuando adoramos a Dios, en cada detalle, siguiendo las normas, se manifieste nuestro nivel de devoción.

Hablemos ahora sobre el 3er. punto, que se halla en la segunda mitad del verso 11: “…y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.”

Aquí dice que los sabios al ver a Jesucristo, abrieron sus tesoros.

Estos tesoros son considerados a los ojos del hombre como honorables, productos de nobleza.

No es decir que tengan un gran precio, no es decir que los hicieron a partir de oro puro, sino que estas cosas, según la apreciación humana, se les refiere como regalos de considerable valor.

A veces nosotros también hemos tenido esta experiencia en la vida, que un simple cuaderno de notas, para nosotros valga más de lo que $30 millones de dólares pueda representar. 

Por la razón que allí se anotaron cosas muy importantes para nosotros, que solo se pueden apreciar con el corazón. 

Cuando los sabios abrieron sus tesoros, sacaron tres clases de presentes: oro, incienso, y mirra. Lo que representan estas cosas espiritualmente, es algo que no voy a explicar ahora.

La importante a mencionar es: cuando una persona en verdad tiene un corazón dispuesto para adorar a Dios, no va a venir a ver al Señor con las manos vacías.

Obviamente, lo estamos mencionando ahora, el llevar regalos para Dios, no es que nosotros tengamos que venir a la iglesia y que tenemos que ofrendar dinero, tampoco tiene que ser como se hacía antes, traer gallinas, cerdos, como ofrenda a la iglesia para que todos comieran, no, no me refiero a regalos materiales.

Al igual que cuando alguien llegaba al templo de Dios en Jerusalén,  aquí en la iglesia nos reunimos para adorar a Dios juntos, nosotros tenemos que traer también regalos para Dios, esto es lo que Dios requiere de nosotros.

En el Evangelio de Juan capítulo 4 y versos 23-24:

(23) “Más la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.

(24) Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.”

Aquí se menciona que por ser Dios, Espíritu, en Espíritu y en verdad le adoramos.

En otras palabras, suponiendo que nosotros estamos dispuestos a venir a la iglesia, para adorar a Dios, Jesucristo, no podemos venir solo por cumplir. Aparte hacer las cosas en la realidad, tenemos que poner el corazón en lo que hacemos.

Tenemos que traer lo más sincero de nuestro ser espiritual, y comunicarnos con Dios en espíritu.

Vamos juntos a ver el Libro de Ezequiel capítulo 33 y versos del 30 al 32:

“En cuanto a ti, hijo de hombre, los de tu pueblo hablan de ti junto a los muros y en las puertas de las casas, y se dicen unos a otros: “Vamos a escuchar el mensaje que nos envía el Señor.”

(31) Y se te acercan en masa, y se sientan delante de ti y escuchan tus palabras, pero luego no las practican. Me halagan de labios para afuera, pero después sólo buscan las ganancias injustas.

32) En realidad, tú eres para ellos tan sólo alguien que entona canciones de amor con una voz hermosa, y que toca bien un instrumento; oyen tus palabras, pero no las ponen en práctica.”

En este pasaje se registra los tiempos del fin, la caída del pueblo de Israel, su situación en aspectos de fe.

Utilizando un ejemplo de la vida real, mencionamos que el pueblo de Israel adoraba a Dios solo como algo ritual, de una manera superficial. 

Dios le dice a Ezequiel con desdén: “mira, cuando estas compartiendo las enseñanzas con ellos, mucha gente viene y se reúnen ante ti.”

El verso 30 menciona que, esas personas se decían unos a otros: “vamos, vamos para escuchar, a ver qué enseñanza tiene el verdadero Dios para nosotros, a ver qué palabra de amonestación nos da…”

En los versos siguientes dice que ellos se sentaban frente al profeta, escuchaban con atención, pero ¿realmente seguían ellos las instrucciones?

Dios agrega: “no te preocupes, lo que tú les digas, ellos no lo van a poner en práctica”

Esto solo indicaba que en la vida diaria, ellos no mostraban en su conducta la vida de fe.

Dios dijo: “Me halagan de labios para afuera.”

El verso 32 dice: “En realidad, tú eres para ellos tan sólo alguien que entona canciones de amor, con una voz hermosa…”

En otras palabras, ellos venían delante de la presencia de Dios para escuchar sus enseñanzas, no porque querían ser instruidos, en realidad ellos venían para contemplar nada más.”

Se entretenían mirando lo que el profeta enseñaría, a ver qué enseñanzas compartiría.

Hoy día, cuando venimos a la iglesia, nuestro cuerpo físico se hace presente, nuestra apariencia exterior, pero ¿qué clase de actitud tiene nuestro corazón cuando escucha la enseñanza?

Mucha gente viene a escuchar los mensajes para asignar puntos de calificación. “¡hmm! El mensaje que dio este pastor hoy, creo que no concuerda con mis opiniones”

Ellos, antes de ir a la iglesia, primero miran quién va a dirigir el servicio, “¡ohh!, como voy a dejar de ir hoy, si va a predicar este Pastor”

Si la persona preparada para dirigir el servicio de hoy no es de acuerdo a mi predilección, entonces no pienso ir.

Algunas personas al concluir el mensaje, hermanos y hermanas de la iglesia, van a buscar al Pastor, con sinceridad o de forma fingida, yo no lo sé, pero a veces se les escucha decir:

“Pastor, el mensaje de hoy estuvo muy bien, me sentí muy conmovido al escucharlo”

¿De verdad? Tampoco yo lo sé.

Palabras dichas, palabras son, esto es semejante a cómo dice la Biblia: “Me halagan de labios para afuera”; “Usted habla maravillosamente, su mensaje me conmovió tanto, en verdad habló muy bien.”

¿De verdad? ¿El mensaje que escuchó le llegó al corazón? ¡No lo sé! Ellos simplemente nos halagan.

La mayoría de nosotros los que dirigimos los servicios esperamos mucho escuchar esas palabras. Más o menos siempre es así, y después de escuchar esas palabras, aparece la vanidad.

Lo que a todos nos da temor es que la propia esposa de uno, quien escucha también el mensaje sentada junto a los hermanos, al volver a casa, después que uno como pastor ha predicado tan bien, en casa ella escuche cosas hirientes y ofensivas que uno pudiera decir en momentos de debilidad.

Aunque las personas se comporten de esa forma, escuchando y elogiando a los líderes, no obstante, en la Biblia, Dios les habla a ellos diciendo: “Me halagan de labios para afuera, pero después, solo buscan las ganancias injustas.”, en su corazón ellos aman a este mundo.

Vi una historia que me pareció muy interesante.

La historia trata de un joven que está enamorado, pero él no comparte nada con sus amigos acerca de qué clase de persona es su novia.

En la relación del joven con su novia, siempre se reúnen una vez por semana, siempre el mismo día a la misma hora.

Él acude a la cita semanal solo si se cumplen los requisitos que él ha puesto. Primero, que él no tenga dolor de cabeza. Segundo, que tenga buena digestión. Tercero, que él se sienta de buen humor, no triste ni deprimido. Cumplidas las tres cosas, él acude a la cita.

Al cabo de un tiempo de relación, ellos se comprometen para casarse. Los amigos del novio quieren conocer un poco más de ella, saber qué clase de persona es la futura esposa. Pero lo único que él les cuenta es lo que les dice: 

 “Yo mismo no converso mucho con ella, cuando nos reunimos cada semana, estamos sentados todo el tiempo, durante una larga hora, me cuesta tanto esperar, se siente una eternidad, es tan difícil permanecer quieto tanto tiempo.”

Para este joven aguantar esa hora era tan difícil, como estar sentado sobre clavos. A su novia le gustaba mucho escuchar música clásica, y siempre que se reunían, ella le compartía sobre un libro llamado “la Biblia.” Ella no hacía más que hablar de lo que ese libro decía.

Durante una hora, ella veía fijamente a los ojos de él, viendo si estaba poniendo atención al libro, él lo miraba sin interés, sin ganas, se le cerraban los ojos del sueño, adormitado cabeceaba sentado, se le caía la saliva de los labios.

Después, aunque se habían comprometido para casarse, el novio, se enamoró de otra persona. Ella por su parte, busco la televisión y el cine. Durante muchas horas a la semana, ella pensaba en el recuerdo de su ex-novio.

Esto es solo una historia ficticia, que apareció en una revista religiosa, por razón de tiempo la resumí. El tema de esta historia se llama: “un amante involuntario.”

¿Por qué se le llama así?

Porque explica la condición de la vida de fe de una persona.

Sabe que quiere seguir a Jesús, porque quiere la salvación de su alma.

El problema es, que no está dispuesto a renunciar al disfrutar del honor y las riquezas de este mundo, por lo que invierte solamente una hora por semana para verse con su amado, permanecer sentado con tranquilidad en el corazón es tan difícil, que se siente adormitado, hasta babea la saliva, mientras duerme.

Esta es la situación de muchas personas en su relación con el Novio, el Dios de los cielos.

El pueblo de Israel experimentó lo que es perecer como nación, así era también la  condición de su fe, podemos verlo a través del relato del Libro de Ezequiel.

Quién de nosotros quiera venir en particular a adorar a Dios, aparte de tener devoción, también es importante que traiga un regalo para Dios.

Este regalo es algo real en lo espiritual.

Es en verdad practicar las enseñanzas de Dios.

Gracias a Dios, ahora estamos en el servicio de la tarde, esta es la hora que todos aman dormir, puedo ver a algunos que en verdad ya no aguantan, aunque la mayoría de las personas se les ve que están con fuerzas, posiblemente también hayan muchos que con un corazón devoto adoran a Dios, y con mucho entusiasmo vienen a la iglesia.

Ahora quiero mencionar el último punto. Creo que en tres minutos terminaré esta última parte.

En el Evangelio de Mateo capítulo 2 y verso 12, menciona que los sabios fueron avisados a través de sueños que Dios les reveló, que no debían regresar por el mismo camino por el que habían llegado.

Originalmente el Rey Herodes les había dicho que después de encontrar al niño, debían regresar a informarle. Ellos luego de recibir el mandato del Rey, prosiguieron en la búsqueda del niño.

Pero de forma inesperada, el Señor a través de sueños les indicó que no debían usar el mismo camino.

Ellos no regresaron a ver al Rey Herodes, y se regresaron a su tierra a través de otra ruta.

Era muy probable que al oponerse al mandamiento del Rey, esto significaría que les perseguirían para matarlos, sus vidas serían inseguras e inciertas.

Pero ellos por razón de haber sido avisados por Dios, obedecieron sus indicaciones.

El último punto es que cuando alguien en verdad tiene corazón devoto para adorar a Dios, muy importante es, que luego de escuchar las enseñanzas las practique, que se manifiesten en su vida diaria, que obedezca la enseñanza de Dios.

Este es el requisito más importante de todos.

Sin esto manifestándose en su vida, entonces todo lo dicho hasta ahora es inútil.

           

Escuchar la instrucción de Dios, y decir: “Lo sé, ya lo sé, está bien, está bien, vaya”, pero si no se practica, si no se obedece, entonces la instrucción no vale nada para usted, para usted esto no tiene ningún valor. 

Si no lo practicamos, entonces estaríamos diciendo que para nosotros la enseñanza de Dios no tiene valor alguno.

Tenemos que escuchar la instrucción del mensaje de Dios, luego practicarlo, hacerlo real en nuestra vida diaria.

Solo así no decepcionaremos la expectativa de quienes vienen a la iglesia con un corazón devoto, que escuchan la doctrina, y adoran a Dios, quiénes en su vidas manifiestan realmente la esencia de la fe.

Quizá algunos ya habíamos escuchado el testimonio que tuvo un creyente, una visión que nos contó que tuvo, nos dijo: “En la visión que tuve vi como los miembros de otras iglesias lucían tan miserables, todos parecían tan flacos como varas de bambú, estaban tan enfermos y enflaquecidos, sus piernas se veían tan largas.

Y los miembros de nuestra iglesia, La Verdadera Iglesia de Jesús, todos eran enanos, habían comido tanto que estaban gordos, sus piernas eran como las de los enanos, padecían el síndrome del mongolismo, sus piernas parecían piernas de nabos, panzones y enanos. Parecía que en sus vidas no se ponía en práctica las enseñanzas.”

Recientemente me encontré con el amigo de uno de nuestros invitados, en medio de la conversación él me dijo:

 “Yo siento como que existen obstáculos en la iglesia para que yo pueda convertirme en un creyente.”

 “¿Cuál es la razón? ¿Acaso es la forma en que oramos, que al orar en lenguas todos juntos quizá Ud. lo ve mal y no logra acostumbrarse a eso?”

Él me respondió, diciendo: “No, no es eso. Yo he visto la conducta de algunos miembros de la iglesia, que no pareciera que fueran seguidores de Jesús, por lo que existe una dificultad para que yo pueda entrar”

Así fue como él me lo dijo.

Después que escuchamos el mensaje, no debemos esconderlo, sino mostrarlo en las acciones de nuestra vida diaria, que se pueda ver, solo así podrá cobrar vida.

Los sabios poseían una excelente determinación, pues hicieron así como Dios les instruyó,

Aunque era la orden del Rey, la pusieron de lado, sin considerar lo importante o noble que era la persona que les había hablado, no estaban nerviosos, lo más importante es la palabra del Señor en la Biblia, esto es lo más urgente de hacer.

Para cada uno de nosotros, los cristianos, en nuestra vida de fe, lo fundamental es demostrar en nuestra conducta las enseñanzas de Jesús, así de sencillo.

Que la gracia de Dios nos guie, nos bendiga, que podamos tener un corazón dispuesto para adorar a Dios y que podamos comprender las instrucciones escondidas en la escritura.

Hasta aquí el mensaje de hoy.

altVengan a Adorarle a Él (1)

 Iglesia de Taipei, Taiwan  (01 de Febrero 2002)


¿Cómo podemos llegar a adorar al Señor Jesús hoy?

Por favor veamos el Evangelio de Mateo capítulo 2 y versos del 1 al 2:

Por favor leamos en el Evangelio de Mateo 2 verso 1:

(1) “Después de que Jesús nació en Belén de Judea en tiempos del Rey Herodes, llegaron a Jerusalén unos sabios procedentes del Oriente.

(2) ¿Dónde está el que ha nacido Rey de los judíos?, preguntaron. Vimos levantarse su estrella y hemos venido a adorarlo.”

Ahora veamos el verso 8:

“Y enviándolos a Belén, dijo:

(8) Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño; y cuando le halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore.

(9) Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño.

(10) Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo.

(11) Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra;

(12) Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.”

¡Aleluya!, Hermanos y Hermanas, muy feliz año nuevo para todos.

En este lugar, primeramente venimos a bendecir a nuestra familia en el Señor, especialmente venimos a adorar a Dios, junto con los hermanos y hermanas que permanecen firmes en la fe.

En este año nuevo que tenemos por delante, que nuestra vida espiritual pueda recibir la suficiencia de la prosperidad, de parte del verdadero Dios de los cielos.

Pedimos a Dios que desde el cielo nos otorgue la abundancia del espíritu para nuestra vida, en el transcurso de nuestros limitados días en este año, y que nos permita obtener especialmente el cuidado de su gracia.

Al mismo tiempo, en este lugar pedimos al verdadero Dios de los cielos, que mientras aún estemos con vida, nos otorgue de su paz y conforme a nuestra necesidad en lo material, y en lo económico podamos recibir de su abundancia.

El día de hoy es nuestra reunión semanal de día de reposo, como también es el inicio del año 2003, por lo que disponemos nuestro corazón, y hemos distribuido el tiempo especialmente para adorar a Dios en este lugar.

Hoy compartiré con todos la verdad de la Biblia, y en especial hemos venido a adorar al Dios de los cielos, Jesucristo. 

En el texto que recién leímos, al final del verso 2, los sabios del Oriente llegaron especialmente para adorar a este Dios de los cielos.

Yo conozco a un hermano de nuestra iglesia, quién después de transcurridos 10 años de matrimonio, un día, su esposa me vino a buscar y me dijo: “Pastor, recientemente la conducta de mi esposo es inusual.

Antes siempre salía puntualmente de su turno de trabajo, además todo el salario que recibía de cada mes en el sobre, intacto, me lo entregaba sellado.

Durante los últimos dos meses siento que está muy raro. No solo me entrega el sobre del sueldo ya abierto, siempre le faltan diez mil dólares.

Además después del trabajo, llega tarde a casa, y cuando le he pregunto a dónde fue, me responde con una misteriosa sonrisa.”

Este hermano no le contaba a esta esposa a dónde iba, y por su manera de comportarse, hacía que en el corazón de su esposa hubiera mucha intranquilidad.

Entonces yo le pregunté a esta hermana: “Frecuentemente, ¿cómo se llevan con su esposo? ¿Tienen un buen nivel de armonía o no?

Ella me respondió: “muy bien, hemos estado casados durante 10 años, y siempre nos hemos llevado bien. Solo recientemente, en los últimos dos meses siento que él ha cambiado, no es el mismo, guarda ciertos misterios, y no es sincero en sus explicaciones.”

Obviamente, al compartirme la situación de esta manera, tampoco sabía yo, poniéndome en su lugar, cómo resolver esto. Yo le dije: “Está bien, yo he escuchado lo que usted me ha contado sobre cómo se siente, respecto a su vida matrimonial”

Entonces me propuse como prioridad ir a buscar a este hermano, para platicarle, constantemente tenemos una relación muy cordial de amistad, pero en ese lapso de tiempo también me dio la impresión de tener ciertos misterios, y no me quiso decir nada.

Posteriormente, sucedió justo en un día de reposo como hoy, que la esposa, llegó muy temprano a la iglesia, anteriormente el servicio de días sábado comenzaba a las 10 de la mañana, y ella llegó a las 9 para orar en la iglesia.

Que la gente llegara tan temprano para orar era una situación muy inusual, pues el servicio iniciaba hasta las 10, y que alguien llegara a orar a las 9, era algo que muy pocas veces se veía.

Luego que transcurrió el tiempo para la oración, pude ver que el rostro de la hermana estaba muy contento. Ella llegó a buscarme en la iglesia, acompañada de su esposo, y me dijo:

“Pastor, vengo para aclarar algo, quiero contarle que verdaderamente mi esposo me ama mucho, y realmente me trata muy bien, ¿sabe de qué se trataba, por qué estaba tan misterioso durante un tiempo?”

 “No, no lo sé” le respondí,

Ella me dijo: “me siento muy conmovida por lo descubrí.

Resulta que al inicio de nuestra familia, después que nos casamos, y cuando queríamos comprar a plazos una casa, usamos los anillos como parte del pago inicial. Transcurrieron 10 años de sacrificios para poder alcanzar estabilidad en nuestras finanzas, luego, mi esposo invirtió tiempo en encontrar y reservar un par de anillos idénticos a los que tuvimos al principio. El día de nuestro aniversario de bodas, ese día me puso el anillo en la mano.”

El esposo de la hermana, no solamente fue y ordenó los anillos exactamente iguales a los que tuvieron antes, el vestido de novia, que diez años antes su prometida se había puesto, también fue a buscarlo y lo compró, lo empacó bellamente y en el día del aniversario se lo entregó a la esposa como regalo.

Yo pienso que, para las hermanas que me escuchan, si su esposo hubiera hecho algo así en el día del aniversario de bodas, pienso que también usted se sentiría muy conmovida.

Así que esa era la razón de porque la hermana lucia tan animada ese día, tan llena de gozo, su esposo a su lado, me dijo: “Hasta ahora supo ella lo que pasó, yo especialmente preparé todo, aunque no puedo decir especialmente, sino particularmente me dedique a prepararlo todo.”

A veces en nuestra vida diaria, tomamos una decisión basados en una idea, y luego ponemos en práctica lo que hemos decidido hasta completarlo.

Así como hoy en que en particular y especialmente hemos nos hemos preparado a venir desde temprano, lo hemos hecho a propósito, algunos llegaron muy temprano, a las 9, a la iglesia.

Cuando Jesús estuvo sobre este mundo, mucha gente venía a buscarlo. Algunos por causa de problemas de salud, pedían a Dios que los sanara, otros venían porque necesitaban un milagro, y le pedían a Jesús que les revelara algún milagro para poder verlo.

La Biblia testifica, que algunos seguían a Jesús, y le adoraban por causa de las necesidades de sus vidas, por causa de la comida.

Claro que había algunos que abrazaban la ambición de investigar la verdad de la salvación en el reino de Dios, y por eso buscaban a Jesús.

Hoy queremos compartir, partiendo de este texto, sobre los sabios, ellos en particular fueron a adorar al Dios de los cielos, a Jesús.

El pasaje registra que ellos particularmente fueron a adorar a Jesús, realmente ¿Qué clase de enseñanza nos deja que merezca ser aprendida?

En otras palabras, si cambiamos hoy la dirección del sentido de esas palabras, los que quieren venir a adorar a Dios en particular ¿Cómo lo deben demostrar?

Hablemos sobre el primer punto.

Una persona que en particular quiere a adorar a Dios, removerá los elementos que le obstaculicen lograrlo.

Veamos el primero y segundo de los versos de Mateo 2:

(1) “Después de que Jesús nació en Belén de Judea en tiempos del Rey Herodes, llegaron a Jerusalén unos sabios procedentes del Oriente.

(2) ¿Dónde está el que ha nacido Rey de los judíos?, preguntaron. Vimos levantarse su estrella y hemos venido a adorarlo.”

Lo único que la Biblia deja escrito es que los sabios provenían del Oriente, y que luego fueron a Belén.

A lo que se le llamaba el Oriente durante el tiempo de Jesús probablemente apuntaba a la región actual de Irán, o posiblemente Afganistán.

Entre las referencias del Oriente dadas en la Biblia, nos parece, como si Dios hubiese construido en el Oriente el Jardín del Edén.

Este jardín del Edén en Oriente, aproximadamente se encontraba dentro de las fronteras del actual Irán, o posiblemente en Afganistán.

En la geografía de la época frecuentemente menciona la tierra fértil, nuestra geografía indica que el Rio Éufrates y el Tigris irrigan el lugar y las áreas vecinas, que en la actualidad corresponden a Irán o Afganistán.

Si apuntamos directamente hacía oriente, el lugar quedaría aún más lejos, nos podríamos extender hasta la actual Turquía, probablemente los sabios procedían de esa región.

Viviendo en un lugar tan lejano, los sabios en particular se apresuraron para llegar a Belén a adorar a Jesús.

En aquel tiempo, la manera más conveniente para transportarse era a través de los camellos,

De acuerdo a la información que recolecté, en la jornada montados a camello, saliendo desde tan lejos hasta llegar a Israel, solo de ida les tomaría no menos de un mes y medio de tiempo. 

Piensen en esto, querer ir durante un mes y medio montados a camello para llegar a Belén en búsqueda de Jesús, para presentar sus regalos, y luego aún había que viajar de regreso.

Ver a Jesús cara a cara, el lapso de tiempo para poder ver a Dios era en verdad tan breve, aun siendo tan corto, ellos estaban dispuestos a viajar ida y vuelta, requiriendo tres meses de tiempo, particularmente en peregrinación, hasta llegar ante Dios, Jesús.

Podemos entender que esas personas en verdad tenían un corazón dispuesto para ir a adorar a Dios.

Veamos juntos, otro pasaje de la Biblia, pero primero hagamos una seña en este lugar. 

Veamos el Libro de Deuteronomio capítulo 14 y verso del 24 al 25:

(24) “Y si el camino fuere tan largo que no puedas llevarlo, por estar lejos de ti el lugar que Jehová tu Dios hubiere escogido para poner en él su nombre, cuando Jehová tu Dios te bendijere,

(25) Entonces lo venderás y guardarás el dinero en tu mano, y vendrás al lugar que Jehová tu Dios escogiere;”

En el tiempo del Antiguo Testamento, cuando ellos querían adorar a Dios, como lo menciona, había que recorrer distancias considerables y el transporte no era conveniente.

Cada vez que ellos querían ir al Templo de Jerusalén para adorar a Dios, tenían que viajar cabalgando, luego animales como vacas, ovejas, serían ofrecidos como ofrendas.

En la vida había que ofrecer animales como ofrenda para el sacrificio que en esa época se podía volver inconveniente por cuestiones de tiempo.

Aquí Dios les dice a ellos que cuando la jornada fuera demasiado larga, muy lejos, no se omitiría por eso el requerimiento ir a adorar a Dios y presentar su ofrenda. No dijo: “Con tan solo tengas un corazón devoto estando en tu casa, Dios lo sabrá”, no dijo tampoco de esta forma.

Dios les dijo, que en vez de animales, los cambiaran por dinero, y que el dinero sería el que deberían llevar al templo, para mayor conveniencia, que debían ir al lugar escogido por Dios, donde Él pondría su Nombre, y al llegar allí, entonces se debía cambiar nuevamente el dinero por animales para el sacrificio, lo que es igual, para adorar a Dios.

Ahora miremos la situación de los cristianos, cuando adoran a Dios hoy en día.

Cuando he ido a visitar a los hermanos en sus casas, frecuentemente, escucho muchas causas y razones por las que no asisten a los servicios de la iglesia.

Lo que más frecuentemente oigo es:

“Estoy tan ocupado, no me queda tiempo”

La segunda razón es: “Ir desde aquí me queda muy lejos, tengo que conducir la motocicleta más de diez minutos, se siente tan lejos”

Creo que los que así dicen aún no han viajado a los Estados Unidos. Allí para llegar al servicio de la iglesia, si usted ya ha tenido la experiencia de viajar a Estados Unidos comprenderá lo que digo, para participar en el servicio del día de reposo, algunas personas deben conducir durante 3, 4, y hasta 8 horas, en una sola jornada de viaje.

Recuerdo, hace unos 26 años, cuando aún estaba estudiando en la universidad, en ese tiempo, había oportunidad de ir a pie hasta la iglesia en las Montañas Ali, donde se reunían los hermanos indígenas. Fui a entrevistar a las personas del lugar.

En esos días aún no se había desarrollado el transporte, no era como ahora con el desarrollo de  carreteras anchas y apropiadas, tan conveniente.

El servicio de la noche iniciaba a las 7:30. Cuando estábamos allí, notamos que entre las 5 y 6 de la tarde, el sol comenzaba a caer, iniciando la oscuridad.

Estando en la Iglesia de la Montaña Xin-San veíamos desde lo alto el paisaje de las montañas, cuando notamos algo muy extraño: Antorchas, ¿por qué habían unas antorchas encendidas? Por donde hubiera personas caminando, allí había antorchas.

Nosotros les preguntamos a los creyentes que vivían allí, sobre ¿Cuál era esa situación?  Por qué acabándose de ocultarse el sol, aparecían las antorchas. ¿Se debía a la disciplina de trabajo, que todos al ocultarse el sol y no pudiendo ver sus propias manos, se disponían a volver a casa?

Todavía recuerdo que en ese tiempo, el hermano Zhuang, quien vivía cerca de la iglesia, sonriendo me dijo: “no es así, esas antorchas son de las personas que vienen al servicio de la iglesia”.

El servicio por la noche, iniciaba a las 7:30. A las 6 de la tarde, ya se podían ver que los hermanos avanzando con antorchas, por las laderas de las montañas. No había ni motocicletas, ni automóviles.

En ese tiempo, no podíamos asumir que si ellos prendían una lámpara de kerosene entonces ya solucionarían el problema de iluminación. En esos días, era extremadamente difícil poder hacer llegar el gas hasta el interior de las montañas.

Después de transcurrida una hora y media, ustedes podían ver como llegaban los hermanos, bañados en sudor.

Caminaban para asistir a los servicios de la iglesia, las familias enteras llegaban, el papá llevaba una antorcha en la mano, la mamá con otra, y llevando a los niños, incluso los ancianos, la familia completa asistía a los servicios de la iglesia.

Los niños cargaban sobre sus espaldas cosas para el camino, incluyendo una especie de madera-encendedor especialmente usado para fabricar antorchas.

Pienso que los adultos mayores presentes saben lo que es la “madera-encendedor” (era usada para ayudar a encender fogatas, y antorchas).

Cuando los hermanos iban a la iglesia, antes preparaban y quemaban una antorcha para el camino, y para el retorno a casa, debían quemar otra. Ellos cargaban en sus espaldas las cosas necesarias para el camino, y así asistían a la iglesia.

Ahora nosotros aquí, conducimos motocicletas, tomamos la Biblia, el himnario y todas clase de cosas, las ponemos adentro de las motos, y aun así venimos a los servicios con tanta pereza.

El porcentaje de presencia para los servicios de la noche es muy bajo. Anoche, previo a Año Nuevo Chino, tuvimos servicio especial, y quiero compartirles que alcanzamos una asistencia del 10%.

La Verdadera Iglesia de Jesús en Chai-Yi tiene 733 miembros. Para el servicio de la noche previa a Año Nuevo, aproximadamente 50 personas asistieron.

Luego hubo servicio viernes por la noche, venimos a la iglesia solo como unas 100 personas, aproximadamente un 15%.

El servicio del día sábado, tuvimos aproximadamente un 50%, unas 330-350 personas, en realidad ni llegamos al 50%, para el servicio de la tarde, unos 120 personas se habían retirado, quedándose para el servicio de sábado por la tarde únicamente unos 230 personas.

Lo que estoy diciendo, es que si una persona tiene un corazón dispuesto para venir y participar en las reuniones de la iglesia, entonces no hay obstáculos que les puedan detener.

Que el viaje de camino sea muy lejos, no es un problema, yo ya he hecho los ajustes y preparativos en mi vida para poder asistir a las reuniones. Esto es muy semejante a cuando yo quiero comer cada día, aunque esté tan ocupado, siempre tengo que comer, diciéndolo de forma más tosca, aunque tenga muchísima prisa, de todos modos aunque este tan ocupado tengo que ir al sanitario, o acaso ¿por estar ocupado usted simplemente deja de ir al sanitario?

Esto es algo que tenemos que hacer en nuestra vida.

En el aspecto de adorar a Dios, ¿Por qué razón un cristiano aunque tiene la esperanza de la salvación en el reino de los cielos, aun así, no hace los ajustes necesarios para que en la agenda de su vida, atender los servicios de la iglesia se convierta en algo prioritario?

Ha veces calmadamente observo a los hermanos y hermanas de la Verdadera Iglesia de Jesús, en su caminar de fe, ciertamente se depende de la misericordia para ser salvo, verdaderamente es gracia, favor inmerecido.

Muchas personas que tradicionalmente adoran a Dios, en las religiones, manifiestan su fervor con entusiasmo, esto dista mucho con nosotros.

A veces cuando estoy visitando a los hermanos, y observo que en la familia todos están muy ocupados, yo tampoco quiero convertirme en una molestia para ellos, por lo que más o menos a los diez minutos, digo: “vamos a orar juntos, y después me voy para que ustedes puedan atender sus asuntos”.

Ellos dicen que están tan ocupados, tan ocupados, incluso no tienen tiempo para orar tres minutos, están tan atareados, que cuando los invito a orar, me dicen: “ahora estoy tan ocupado, mejor cuando llegue a la iglesia, entonces allí oraremos.”

Yo tengo un amigo, que tiene una enfermedad en su cuerpo, y cuando iba al templo budista a orar, su dios le decía: “tú no adoras al que yo adoro con la devoción debida, por lo que tu enfermedad no podrá sanar.”

Mi amigo le preguntó a dios del templo: “yo vengo cada semana para adorarte aquí, y todavía me dices que no lo hago con suficiente devoción,

¿Entonces cómo es adorarte con devoción?”

Su dios le respondió a través de una persona que hace escritura de plancha, y le dijo: “Si tú quieres adorarme con devoción, desde que salgas de tu casa, al dar tres pasos te vas a arrodillar, luego al dar cinco pasos te vas a postrar hasta tocar el suelo con la frente, desde tu casa hasta llegar al templo.”

Mi amigo de verdad hizo cuidadosamente como le indicaron.

¿Sabe usted que tan lejos queda la casa de mi amigo del templo budista?

35 kilómetros.

Que disciplina para adorar a dios, su devoción llegaba hasta no importarle nada que le dijéramos, el cuidadosamente siguió las instrucciones, tan devoto era en su adoración que se le rompieron las rodillas y le sangraban.

Yo digo, en caso que esta situación se presentara en la vida de los creyentes de la Verdadera Iglesia de Jesús, que si alguien se enfermara, para poder obtener sanidad tuviera que llegar gateando hasta la iglesia, si así fuera entonces el que usted estuviera en la Verdadera Iglesia de Jesús sería de mucha fama.

Gatear hasta que se le rompieran las rodillas, yo vería entonces que de seguro lo tomarían como un muy buen ejemplo de devoción, y todo mundo hablaría de usted.

Hoy en día cuando vamos a venir a las reuniones de la iglesia, nos cuesta mucho.

Cuando le pregunto si va a venir al servicio simplemente se excusa diciendo:

 “No tengo forma de ir, no puedo llegar.”

Podemos ver en el verso que leímos, que los sabios del Oriente, en particular querían adorar a Dios, no había elementos adversos que valieran, el que fuera una jornada tan lejana, viajando 1 mes y medio, tampoco era una excusa.

Ellos no se excusaban así mismos diciendo en su corazón: “no tenemos forma de llegar, no podemos ir, realmente es tan difícil.” Ellos en particular determinaron ir a adorar a Dios.

Especialmente los que venimos a adorar a Dios tenemos que aprender esto, el traspasar las barreras y remover los elementos que sirven de obstáculo. No debemos permitir que nuestras debilidades humanas se conviertan en una excusa, para no asistir a los servicios de la iglesia.

Leamos nuevamente el Evangelio de Mateo 2 y versos del 8 al 9:

“y enviándolos a Belén, dijo: Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño. Y cuando le halléis hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore. (9) Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño.”

Cuando ellos llegaron a Belén, en ese lugar se encontraron con el Rey Herodes, quien reinaba para el área de Judea. El Rey Herodes los mando a llamar. Cuando los sabios del Oriente llegaron ante su presencia, le preguntaron: ¿en dónde se encuentra el que ha venido a nacer para ser Rey?

Después del encuentro, el Rey les encargó rigurosamente que debían buscar al niño con diligencia, les dijo: “en cuanto lo encuentren háganmelo saber, para que vaya yo también a adorarlo” pero esto era una trampa.

Ahora quiero enfatizar el verso 9:

“(9) Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño.”

Estos sabios del Oriente después de escuchar lo que les dijo el Rey Herodes, continuaron con la jornada de búsqueda de Jesucristo, querían adorarlo a Él.

En la Biblia testifica, en la mitad del verso 9, que la estrella que habían visto en el Oriente, de pronto iba delante de ellos, esto era una visión.

El mismo día, probablemente habían nacido muchas personas, y en diferentes localidades habían bebés recién nacidos, ¿realmente a dónde irían para buscar a Jesús y poderle adorar?

Estos sabios del Oriente, nunca antes habían visto a Jesús. Tan solo sabían que estaba en esa región, pero no sabían exactamente dónde se encontraba.

Dios utilizó la estrella que ellos vieron para guiarlos, y así poder encontrar a Jesús.

Aquí puedo mencionar que cuando existe alguien con un corazón dispuesto para ir a adorar a Dios, tiene que orar pidiendo a Dios que le guie por un camino recto y llano, y así Dios vendrá a dirigirle.

Así como Dios utilizó la visión de una estrella para guiar a los sabios del Oriente para que pudieran encontrar a Jesucristo.

Hoy en día cuando venimos desde nuestra casa a la iglesia, se podrá dar cuenta de que es muy fácil, simplemente cuando llega la hora indicada, maneja su motocicleta o automóvil, no existen ninguna molestia ni obstáculo para que lo logre.

Leamos lo que Pablo expresó como el deseo de su corazón, en el Libro de Romanos 1 verso 10:

“rogando que de alguna manera tenga al fin, por la voluntad de Dios, un próspero viaje para ir a vosotros.”

Para cuando Pablo escribió la carta dirigida a los hermanos y hermanas que vivían en Roma, Pablo mismo nunca había visitado Roma personalmente.

Esta carta fue escrita mientras Pablo se encontraba en la iglesia de Corinto.

Cuando Pablo se encontraba en Macedonia predicando el evangelio, él dijo: “he predicado verdaderamente hasta que no hay más lugar a donde se pueda a ir.”

Esto se encuentra en el Libro de Romanos capítulo 15 y verso 23, donde Pablo dice que se encuentra en Macedonia predicando el evangelio, y que no sabe a dónde más podría ir para predicar las buenas noticias.

Cuando Pablo escribió la carta dirigida a los romanos, lo hizo muy expectante de tener una oportunidad para visitar Roma, y compartir con ellos la gracia de Dios.

Observemos aquí, cómo Pablo le pidió a Dios en oración diciendo:

“¡Señor! Dame un próspero viaje, un camino allanado para que se cumpla este propósito.”

Poder llegar a Roma a adorar a Dios junto con los creyentes y compartirles la gracia de Dios, en su Espíritu.

Pero en realidad, el camino de Pablo para ir a Roma no era nada allanado.

Luego de regresar a Jerusalén, Pablo viajaba con la identidad de un criminal buscado. Seguido de esto, Pablo predicó por donde quiera que fuera.

Él viajaba con identidad de un fugitivo, no viajaba siendo reconocido como predicador o Pastor. Por eso, no nos sorprende por qué Pablo primero pidió a Dios:

“¡Señor! Dame un próspero viaje para ir a ellos.”

Pero en realidad, el camino que él anduvo no era un camino fácil, o donde todo anduviera bien.

Cuando uno de nosotros puede venir a la iglesia, hay que hacer considerables ajustes para que los elementos concuerden con el propósito que tenemos.

Por ejemplo, la ubicación de la iglesia, para usted es algo que conoce muy bien, por lo que no necesita buscar la dirección.

Supongamos, hoy cuando quiero salir de casa, pido a Dios que me proteja y me permita que pueda ser librado de encontrar dificultades en mi camino.

O también supongamos, que nosotros podemos hoy contar con buena salud, un cuerpo fuerte, y que no necesitemos estar postrados en una cama dependiendo de que alguien que nos tenga que cuidar, cargar, o empujar, para que podamos llegar a los servicios de la iglesia.

(Todos estos son elementos importantes a considerar.)

Yo escuché el testimonio de uno de los pastores. Él cuenta que cuando comenzó su servicio a Dios, la Asamblea General le asignó el trabajo de ser Pastor en una iglesia.

Un día que se celebraban los servicios en casa, por razones que era una nueva zona para él, no estaba familiarizado con las direcciones, uno de los personas de apoyo, recién salió de su trabajo y fue por el Pastor, para indicarle como llegar, esto fue durante el día.

Luego, condujo al Pastor hasta el lugar indicándole la casa, que estaba en un condominio, aunque el estilo de las casas eran iguales todas.

Incluso la persona le indicó al Pastor que debía guiarse por un anuncio de publicidad al lado del camino como guía para saber dónde cruzar a la derecha.

Luego había que entrar a un camino adyacente, las calles del condominio todas parecían iguales, pero guiándose por el anuncio, virando a la derecha, encontraría la dirección.

Luego de ingresar por el camino adyacente, sin avanzar mucho, había una casa cuyo costado tenía una gran piedra de silueta muy extraña, allí había que cruzar a la derecha, por causa de lo raro de la piedra, le sería muy fácil saber dónde cruzar.

Después de haber cruzado, a la derecha del camino, iba a ver el número de la casa.

De manera muy formal el hermano mostró al Pastor la ubicación de la casa, luego por la noche el Pastor manejaría solo.

En esa casa se reunían los hermanos que vivían cerca, hacían servicios de distrito, significa que no llegaban hasta la iglesia, solamente atendían la reunión de casa.

Este amigo Pastor, salió de noche, siguiendo las instrucciones que recibió durante el recorrido de día, hacía el lugar de reunión.

Al llegar a donde recordaba que se encontraba el anuncio, donde tenía que girar a la derecha, no encontró ningún anuncio. Luego condujo por cada una de las calles, pero las casas todas parecían iguales, ¿Qué calle habrá sido?

Luego de sentir que se había pasado la tarde entera buscando, no encontró el anuncio, recorrió por lo menos una vez cada una de las calles, y pensaba para sí que sin importar cómo encontraría la gran piedra al lado de la casa.

Luego de recorrer todos los caminos, tampoco encontró la piedra. Finalmente, para cuando encontró el número de la casa, el servicio ya había concluido.

Los hermanos le dijeron: “Pastor, es la primera vez que llega al servicio de la iglesia, y llegó tarde.”

El Pastor les explicó a los hermanos: “el hermano me mostró durante el día como llegar, me dijo que usara ciertas cosas en el camino como señas, pero ahora que las busqué, no hallé ninguna.”

Los hermanos que vivían en el lugar le contaron diciendo: “coincidentemente hoy se llevaron las piedras, y los anuncios, pues el equipo de limpieza pasa limpiando las calles hoy, hoy al volver del trabajo vimos cuando el equipo de limpieza limpiaba las cosas que usted menciona como señas.”

¡Cómo era posible tal coincidencia!

Que quitaran las vallas de los anuncios y limpiaran las piedras, todo en ese mismo día, habían pasado ya 10 años que no limpiaban las calles y nunca se habían llevado las piedras, ni los carteles publicitarios, pero en ese preciso día lo movieron todo.

Veamos todos juntos en el 1er. Libro de Tesalonicenses capítulo 2 y verso 17 y 18:

“(17) Pero nosotros, hermanos, separados de vosotros por un poco de tiempo, de vista pero no de corazón, tanto más procuramos con mucho deseo ver vuestro rostro;

(18) Por lo cual quisimos ir a vosotros, yo Pablo ciertamente una y otra vez; pero Satanás nos estorbó.”

Cuando Pablo escribió la carta a los Tesalonicenses, también él sintió lo mismo, querer llegar pero el diablo le estorbó.

Aunque Pablo previamente había estado con los creyentes durante tres semanas estableciendo la iglesia de Tesalónica, después se vio forzado a abandonar Tesalónica, huyó del lugar, los detalles de fondo se mencionan en el Libro de los Hechos capítulo 17.

Luego de un tiempo, Pablo tenía mucha ansiedad en su corazón por motivo de la Iglesia en ese lugar.

Después, Pablo partió hacía Corinto para predicar, mientras estuvo allí se sintió preocupado por la situación de la fe de los hermanos de Tesalónica, no sabía cómo hacer para tener oportunidad de verlos otra vez.

Si usted observa el capítulo 3 y verso 5, realmente estaba diciendo que no había encontrado forma para verles en persona, el trabajo de servir a Dios le tenía completamente limitado.

Por la realidad de que no podía ir, decidió enviar a Timoteo en representación suya ante los creyentes de Tesalónica. Al final sucedió que Timoteo volvió de la visita reportando muy buenas noticias.

Pablo mismo cuando escribió a esta iglesia, mencionó que en una o dos ocasiones tuvo la intención de regresar allí, pero Pablo percibió y dijo: “pero Satanás me pone obstáculos, no tengo forma de volver”

Aquí existen dos clases de expresiones.

La primera es, el lugar de Tesalónica, era un ambiente tan negativo para el desarrollo de la fe, Pablo fue expulsado de Tesalónica, usted puede ver el Libro de los Hechos capítulo 17 y versos del 4 al 10 para comprender el trasfondo del ambiente.

Si Pablo fuera de regreso a Tesalónica sería echado del lugar, desvaneciéndose la posibilidad de poder predicar el evangelio.

Así fue como Pablo percibió y dijo que Satanás a través del poder político, las autoridades a cargo, estorbaba la obra de Dios, este elemento no fue removido del camino.

Pablo dijo que el diablo le estorbaba, “Por supuesto que quiero regresar, pero el camino está cerrado.”

Otro elemento era que, posiblemente Pablo mientras estaba predicando el evangelio en la iglesia de Corinto, empeoró en su enfermedad de los ojos, en su cuerpo Pablo tenía un aguijón, que según él, era un enviado de Satanás enviado para atacarle. Desde la perspectiva de la Carta a los Gálatas, es muy probable que Pablo tuviera una enfermedad muy sería en los ojos.

Nosotros podemos comprender que cuando Pablo escribió la carta para los Tesalonicenses, su salud estaba pasando por la peor situación, pues fue cuando el ataque del diablo se volvió más severo.

Vemos que aunque él tenía un corazón dispuesto para regresar a Tesalónica, la salud de su cuerpo no era algo que estuviera en sus manos, por lo que no era conveniente.

Nosotros entendemos el deseo del corazón de Pablo, y hoy nosotros podemos ir a la iglesia sin complicaciones, por eso debemos estar muy agradecidos por el favor inmerecido que nos da Dios, debido a que Dios abrió un camino para nosotros.

Cuando yo era pastor en la iglesia de Shan-Duo, había una creyente, cuyo hijo, mientras trabajaba afuera fue atropellado por un auto. Él regresó a la casa de su mamá para recuperarse, este su hijo no era creyente, luego alguien le invitó para creer en Jesús.

Esos días, los hermanos de la iglesia persistentemente visitaban la casa de esta hermana, para compartir el mensaje con su hijo.

Ellos compartieron el mensaje hasta que él se sintió muy conmovido en su corazón, y dijo:

 “A lo mejor puedo ir esta noche a la iglesia para orar y adorar a Dios juntos.”

Le dijimos: “Podemos venir en el auto por usted”

Él respondió: “no, no es necesario, yo puedo llamar por teléfono a la compañía que alquila sillas de ruedas para que me despachen una, y así podré ir.

Esta noche puedo cenar un poco más temprano, y después de la cena, mi mamá me puede empujar la silla de ruedas. Nos va a servir de ejercicio para la digestión.”

La casa de esta familia estaba como a 10 minutos caminando desde la iglesia.

Nosotros pensamos que el ejercicio después de la cena sería algo muy bueno, por lo que no insistimos al respecto.

Cuando finalizó el servicio de esa noche, no lo vimos entre los asistentes, al día siguiente con los servidores de la iglesia fuimos a visitar a su casa, y le preguntamos:

“Ayer por la noche ¿Por qué no llegó a la iglesia? Estuvimos esperándolo todo el tiempo.”

La hermana Yü (俞), mamá de este hombre,  nos dijo: “¿Cómo les podré explicar? Ayer en la noche, una silla de ruedas nueva nos fue despachada desde la compañía, así que yo preparé a mi hijo para irnos, le ayudé a que se sentara en la silla, empuje la silla hasta la puerta de la calle, tan solo pasamos por el umbral de la puerta, cuando la rueda de delante crujió y se partió, faltó poco para que mi hijo se callera de la silla.”

Que la rueda de una silla de ruedas nueva se quebrara era algo tan extraño. Recién la acababan de despachar.

La hermana reclamó la garantía de la silla a la compañía diciéndoles al teléfono que una de las ruedas se había quebrado.”

Prontamente, uno de los representantes de la compañía llegó a la casa, ya era por la tarde cuando llegó. Después de ver la silla dijo:

“¡Esto es imposible!, cómo pudo suceder que una rueda giratoria, la parte fundamental de la silla se haya hecho pedazos. Nosotros fabricamos especialmente estas piezas, ¿cómo es posible que se rompiera en pedazos?”

Por ser un componente delantero de la silla, el representante cambió la parte completa, colocando una nueva rueda.

La hermana Yü agregó: “Todavía quedaban 30 minutos para el servicio de la noche, aun podíamos llegar al tiempo de la oración, estaba bien si nos íbamos. Colocada una llanta nueva, empujé de nuevo la silla hasta el umbral de la puerta de salida a la calle, en cuanto llegamos allí, ¡Bang! La rueda se volvió a romper. Afortunadamente el representante de la compañía no se había marchado aún. Cuando presencio este hecho abrió bien los ojos y nos dijo: “¡Hay demonios en su casa!, mejor no la reparemos, mañana les despacharé otra, completamente nueva.”

Al día siguiente cuando fuimos a visitar a la hermana, aún no habían despachado la silla nueva, y la hermana nos compartió sobre la experiencia del día anterior.

La Biblia dice: que de no ser por Dios protegiéndonos y cuidándonos, aún con toda nuestra diligencia, sin Dios con nosotros, todos nuestros esfuerzos serían inútiles.

En una ocasión, recuerdo cuando estaba a cargo de la iglesia Shan-Duo, fuimos a ayudar a alguien que quería deshacerse de los ídolos que veneraban antes de convertirse en creyentes.

Esta casa estaba bastante limpia, oramos juntos, y después de eso, yo me fui, todos sentimos mucha paz, así que le agradecimos mucho a Dios.

Pero ese mismo día, cuando llegó la noche, vimos a la señora que nos había invitado a su casa en la mañana, que llegó a la iglesia cojeando, y enyesada.

Cuando la vimos, casi nos desmayamos del susto, y le preguntamos: ¿Qué pasó?

Para el medio día mientras nos deshacíamos de los ídolos habíamos orado juntos, sentimos tanto gozo en el corazón, pero ahora cuando llegó la noche ella estaba vendada con yeso. 

Ella nos compartió diciendo:

“Después que ustedes se fueron de la casa, se me ocurrió ir al closet de la casa, pues arriba del closet todavía habían unos ídolos y cosas de idolatría que mis parientes habían adorado en la antigüedad y que aún no habíamos eliminado.

Yo pensé dentro de mí que todos ustedes ya se habían ido, no me atreví a llamarlos para que regresaran a la casa, así que simplemente me dispuse y tome una silla con cojín para ir a bajar las cosas de sobre el closet, sin pensar que cuando iba caminando, sin ninguna razón me tropecé al caminar, y me quebré los huesos, la pelvis se me fracturó, por lo que me enyesaron, y por eso llegué cojeando a la iglesia.”

Si no fuera por la protección del Señor Jesús en nuestra vida, aunque la gente quiera tener paz, la realidad es que esto no es algo sencillo.

Lo que leímos al inicio, que los sabios del Oriente buscaban a Jesús, guiados por la visión de la estrella, hasta que llegaron al lugar del nacimiento, a la casa sobre la que la estrella se detuvo.

Esto nos permite comprender que cuando alguien está dispuesto a adorar a Dios, Dios le va a proteger, y Dios va a abrir un camino para la persona, pero debemos tener fe cuando oramos.

Concluyo mi mensaje de esta mañana. Continuaré hoy por la tarde con la parte final. 

altCómo Ser Salvo

Iglesia de Taipei, Taiwan.  (24 de Octubre 2002)


¿En realidad cómo es que uno puede ser salvo?  La salvación no solamente es tener el favor de Dios en nuestra vida diaria, el Dios de los cielos dice: Él absolutamente quiere salvarnos para que entremos a Su reino.  

Aleluya, en el Santo nombre del Señor Jesús damos inicio a la reunión evangelística de esta noche.

Cantemos juntos el himno 45. Por favor pongámonos de pie.

Antes de comenzar nuestra reunión de hoy, vamos a orar, pidiéndole al Padre Celestial, el verdadero Dios que nos dé su favor y nos guíe, permitiéndonos que esta noche sea de fruto para Dios. 

Inclinamos nuestra cabeza y cerramos nuestros ojos oramos en nuestros corazones.

Aleluya, en el Santo Nombre del Señor Jesús oramos. “Nuestro Padre que estas en los cielos, tú eres el Único Dios verdadero, quién estás a cargo de la humanidad, así como de cada aspecto de nuestras vidas, nuestra existencia también está bajo tu control. 

A pesar que en nuestro tiempo de vida en el mundo debemos enfrentar el nacimiento, la vejez, la enfermedad, y la muerte, aun con todo eso tu salvación nos permite alcanzar la vida eterna

Nosotros desde nuestros ancestros comenzamos a desobedecer tu ley, por lo que enfrentamos este mundo de maldad y pecado, siempre estamos en búsqueda del verdadero camino de la salvación, estableciendo muchas religiones, algunos tienen su seguridad en las riquezas y muchos ponen su esperanza en la vida a corto plazo viviendo solo en el hoy, aunque nos envanecemos en decir que “el hombre con determinación todo lo alcanza”, sin embargo, al final no hay forma de ganar la batalla contra la muerte, resultando en la miseria de la vida.

Señor, te damos gracias, pues por tu gracia podemos tener esperanza, por este camino de verdad, que todos debemos buscar, tu nos has impartido a los que ya hemos puesto nuestra confianza en ti, el deber de compartir tu evangelio. 

Señor, esta noche nos basamos en tus promesas y en las personas que envías, que vienen a dar testimonio, con gratitud por tu gracia.

Te pedimos Señor que tu Espíritu Santo se mueva en medio de nosotros, permitiéndole a tu siervo gracia al hablar, así como sabiduría, danos un corazón sabio y quieto, para que podamos recibir juntos la bendición y la gracia debidas que Tú quieres darnos, para que podamos encontrar el propósito de la vida, y que podamos andar en el camino de salvación.

Te pedimos Señor que escuches nuestra oración y que nos dirijas. Toda alabanza, adoración y gloria, la damos al Santo Nombre del Dios de los cielos, pedimos Señor que tu paz y tu bendición nos guíe. Aleluya, Amén.”

Aleluya, en el Santo Nombre del Señor Jesús, testifico en este lugar.

Esta noche quiero compartir con nuestros amados invitados el tema: “Cómo ser Salvo.”

Hemos estado utilizando este tiempo para dar a conocer que nosotros los hombres tenemos un Todopoderoso Dios que nos ha creado.

Ya mencionamos que Dios es quién ha creado a la humanidad, y que nos ha dado un propósito muy importante al venir a este mundo, luego también mencionamos que el Dios Todopoderoso habiendo tomando la forma de hombre, con cuerpo humano, vino a nacer a este mundo, y este es a quién anunciamos, nuestro Señor Jesucristo.

Después de haber comprendido el principio de esta enseñanza, a continuación, consideraremos una pregunta: ¿En realidad cómo es que uno puede ser salvo?

De acuerdo al texto del Libro de 2ª. De Timoteo capítulo 4 y verso 18, en esta porción está escrito lo que significa la salvación, en este texto bíblico Dios nos dice así: que nuestro Padre Celestial, nuestro

Dios Jesucristo, no solamente quiere salvarnos para despojarnos de toda mala obra, en otras palabras, si el día de hoy suponiendo que nosotros logramos conocer a este Único verdadero Dios de los cielos, Jesucristo, entonces en la vida vamos a obtener la paz que Él da.

El punto siguiente, la salvación no solamente es tener el favor de Dios en nuestra vida diaria, el Dios de los cielos dice: Él absolutamente quiere salvarnos para que entremos a Su reino.

La religión en general, no solamente habla acerca de la paz y bendición para la vida en el presente. Todas las religiones discuten el tema de la vida después de la muerte, la interrogante de la salvación del alma.

Ahora quiero que juntos discutamos el tema de realmente cómo nuestra alma puede tener salvación.

Antes de hablar sobre esta pregunta, primero vamos a confirmar algo básico:

¿Tiene el hombre un alma?

Para comenzar quiero referirme a un ejemplo,

Constantemente yo viajo a la región norte de Taiwán para apoyar las reuniones de evangelismo, en 5 o 6 ocasiones el Señor Jesús preparó que trabajáramos juntos con el Diacono Chen.

En una de ellas, ocurrió que estando en la iglesia de Khilong apoyando durante el evento de evangelismo, tuve que concluir en sábado, y no en domingo como estaba previsto, tuve que asistir al funeral de un pariente, que era mi tío.

Durante mi niñez vivímos en el altiplano, en los alrededores de las montañas Alí, y en esos días por causa que los servicios médicos eran considerablemente inadecuados, mi tío, hermano menor de mi padre, siendo un niño sufrió daños permanentes por causa una fiebre altísima, que le afecto la inteligencia y su cociente intelectual, por lo que al convertirse en un adulto, nunca logró casarse en toda su vida. Todo el tiempo mi papá lo crío y le cuidó hasta el día que dejó este mundo.

La causa de su muerte era porque en una noche mientras caminaba en la calle, una joven mujer le atropelló por detrás con la motocicleta que manejaba. Después de una semana de estar internado en el hospital, Dios se lo llevó al descanso eterno, por esa razón tuve que regresar para atender el funeral de mi tío.

Al terminar el servicio funerario, el cuerpo de mi tío fue llevado al crematorio para ser quemado, al llegar allí, escuchamos el comentario de que ese era un buen día. Había muchos cadáveres para ser incinerados ese día, así que nos quedamos allí esperando nuestro turno.  Todos nuestros familiares se habían ido, solamente nos quedamos con mi hermano más pequeño.

Después de pasaron unas 2 o 3 horas en las que no fue fácil esperar que llamaran el número 19 que le había tocado al cuerpo de mi tío. Si usted no estaba presente cundo le tocaba su turno, ellos no le incineraban el cuerpo. La cremación consistía en que primero, tomaban el ataúd con una grúa mecánica que lo levantaba y lo colocaba frente a la puerta del horno, y cuando abrían las puertas, era necesario hacerse para atrás porque el calor era fuertísimo. 

Antes de continuar con el procedimiento de cremación, el operador de la máquina hizo la pregunta de rigor: “¿Están seguros que fulano (leyó el nombre de mi tío) es su pariente?”

Yo respondí: “Sí estoy seguro”.

Entonces el operador dijo: “bueno, entonces todo en orden”.

Nosotros quietamente queríamos ver como tomaban el ataúd y lo introducían al horno, pero resulta que el operador no lo introdujo, sino lo dejo allí en espera. Yo me le quede mirando, y él nos miró de vuelta. Luego nos dijo: “si van a gritarle al muerto apresúrense a hacerlo” (Según la costumbre en Asía, antes de cremar el cuerpo, los miembros de la familia despiden al difunto con palabras de despedida, pronunciadas a gritos, como tratando de despertar al muerto), ante esto, mi hermano más pequeño me preguntó: ¿Qué tengo que gritar? Le dije: “la verdad no sé, ¿qué piensas tú que sería bueno gritar?

Mi hermano pequeño me dijo: “Tu eres un pastor con tanta experiencia y ¿no sabes que gritar?”

Yo le dije: “en la iglesia, cada vez que hemos llevado el cuerpo de alguien al crematorio al terminar la oración, mientras la familia espera el turno para que metan el cadáver, siempre nos hemos ido antes”.

Así que estábamos perplejos, mirándonos los rostros, le preguntamos al operador de la máquina de cremación: “disculpe, ¿Cómo debemos despedir al cadáver o qué debemos gritar?”,

El operador de mala gana dijo: “¿Ustedes creen en Jesús verdad?”

Respondimos: “así es, nosotros creemos en Jesús”

El operador comentó: “Se les nota, porque los que creen en Jesús no se compadecen de los muertos”.

Después del comentario el operador dejó de vernos y procedió a cremar el ataúd con el cuerpo.

Con mi hermano más pequeño nos quedamos pensando cómo sería eso, si gritábamos indicaba que teníamos compasión del muerto y si no lo hacíamos era que no la teníamos, ¿Qué clase de razonamiento era ese?, con curiosidad nos quedamos allí sentados.

Después de nosotros le tocó el turno a una familia que llegó con más de 30 personas, y pudimos ver a qué se refería el operador, fuimos testigos de cómo gritaban al difunto y lo despedían antes de que lo incineraran, antes de eso no sabíamos nada al respecto.

Vimos que la familia se postraba en el suelo, algunos gritaban: “¡Papá el fuego esta tan caliente, apúrate a salir!”, entonces nos dimos cuenta que había que gritar así, que si no se apresuraba a salir corriendo, el papá iba a sufrir el dolor de ser quemado. Entre los presentes había alguien, probablemente un nieto, que gritó: “abuelo, voy a quemar en ofrenda un avión de papel, para que te subas en él, ir en avión es más rápido”. (Esto se debe a la tradición budista de creer que los objetos de papel representando cosas terrenales al ser quemadas son recibidos en el inframundo por el muerto, como casas, aviones, carros, dinero, etc.)

En ese momento yo pensé, cuando la gente fallece, ya está muerta, hay que llevarlos al crematorio, a quemarlos ¿cómo podría un muerto salir corriendo? ¿Apresurarse a salir a dónde?

Si pudiera correr entonces no estaría muerto, igual que nosotros que podemos correr en este momento, si sintiéramos fuego en nuestras piernas, inmediatamente nos quitamos y salimos corriendo, ¿cómo podríamos quemarnos?

Ante esto yo digo que no podemos decir que la religión nos enseña que el hombre tiene un alma, pues entre los conceptos de nuestra vida diaria, nosotros ya sabemos que todos los hombres tienen algo valiosísimo que es el alma.

Sabemos que existe una conciencia moral que nos indica hacer lo bueno, y que si no se hace lo justo y bueno en el futuro se irá a parar al infierno, lo cual es muy terrible.

En conclusión, yo afirmo que el hombre definitivamente tiene un alma, obviamente, en la Biblia, Dios nos indica que aparte de darnos un cuerpo de carne, Él también nos ha dado un alma, en el futuro, cuando nuestro tiempo sobre la tierra concluya, nuestra alma se habrá salido del cuerpo, luego el cuerpo será quemado o sepultado, terminándose, pero esta nuestra alma tiene que volver a la presencia de Dios para que sea sometida a Su juicio, pues el cuerpo de carne y hueso solamente es una herramienta.

Ustedes pueden ver a los cadáveres de criminales que son velados en las salas funerarias, ¿acaso pueden levantarse para matar y hacer daño a los presentes?

Si pudieran, entonces tendríamos mucho miedo, pero, podían hacer daño cuando tenían un alma, pues el alma utiliza el cuerpo como un instrumento, el cuerpo es un vehículo en el que se trasporta, el alma conduce al cuerpo para que pueda expresarse a través de este, a través de acciones concretas, por lo que, cuando se comete pecado, no es el cuerpo el que está pecando, sino especialmente lo que peca es lo que está adentro del cuerpo, o sea el alma.

Cuando un hombre es juzgado y sentenciado a muerte, solamente se impide que el cuerpo continúe pecando, por ejemplo, cuando alguien es fusilado o sea que enfrenta la pena capital, simplemente se impide que el cuerpo continué haciendo lo malo, es la única manera que tenemos los hombres para frenar el mal.

Al morir el cuerpo, el alma tiene que volver a la presencia de Dios para recibir el justo juicio de Dios, por lo que al debido tiempo cada uno sabe que la muerte no es el final de la existencia.

Con el propósito de que nuestra alma en el futuro pueda alcanzar la salvación, y pueda alcanzar el objetivo de entrar en la vida eterna, primero echemos un vistazo a nuestra vida en la sociedad de hoy, y veremos que la gente ha ideado muchas formas para intentar salvar el alma, hablemos de esto usando el tema de las formas más comunes en que la gente procura alcanzar la salvación en la sociedad taiwanesa.

En la actualidad existe una gran cantidad de personas que adoptan una religión, por ejemplo, actualmente en Taiwán ha prosperado la denominación budista “Zhu-Ji”, la reputación de dicha institución ha alcanzado fama a nivel internacional, incluso su máximo líder, la Sra. Zheng Yeng fue recomendada para nominación, como una de las candidatas para recibir el Premio Nobel para la Paz. 

Pero ¿Por qué tanta gente está dispuesta a adherirse al grupo benéfico Zhu-Ji?

Por los así llamados “méritos”, obras de caridad y actos de piedad, es decir se usan las buenas obras para acumular una cantidad de méritos.  Los que tienen dinero, dan dinero, los que tienen fuerza para trabajar, dan su esfuerzo.

Por una parte, esto es con la esperanza de poder inculcar en la sociedad el amor por la humanidad así como un corazón misericordioso.

¿Acaso el motivo primordial de esta religión es promover las buenas obras en la sociedad únicamente?

Con eso en mente se invita a los miembros para que estén dispuestos a donar el dinero de sus bolsillos.

Algunas personas en el momento de limitación económica, en que padecen escasez, solamente pueden donar al mes 100 o 200 dólares de Taiwán, lo que es considerado como una obra de caridad muy pequeña. Ahora, cuando es una familia muy rica sus donaciones se cuentan por millones.

¿Por qué se hace así?

En Taiwán, el presidente de una compañía de ciencia y tecnología, el Sr. Shi Jing-Yen hizo  donación en dos oportunidades. Cada contribución sumaba muchos millones. Posteriormente el Sr. Lian Zheng, en esos años, vicepresidente de Taiwán, felicitó públicamente al Sr. Shi diciendole que era un buda viviente. Pero si fuera un buda viviente ya fuera entonces un semi-dios.

¿Realmente, por qué hay que adherirse a esta denominación budista?

Yo creo que aparte de promover el amor a nivel de la sociedad, también existe un motivo más importante, que es la salvación del alma.

Esta denominación budista, quiere que yo haga buenas obras, para que después de esta vida, en el futuro, por causa de las buenas obras hechas, pueda entrar a un lugar de eternidad, así que en esta idea existen dos aspectos o significados.

Lo que ahora vamos a analizar es si ¿realmente la forma promovida por esta denominación budista, puede permitirnos alcanzar la salvación de nuestra alma?

Suponiendo que a través de la manera que ellos promueven, nuestra alma pudiera alcanzar salvación, entonces pensaría que el Dios de los cielos no sería justo.

Solamente se necesita que yo de dinero, con eso ya tengo que ser aceptado por Dios. Si así fuera entonces hoy día cuando tengo más dinero, y mi vida es afortunada, puedo contribuir financieramente expresando que hago buenas obras en la sociedad que tiene mucha gente pobre, y que espera tener acceso al dinero donado para poder sobrevivir.

Si usted contribuye con dinero entonces puede salvarse, pero si soy pobre y digno de conmiseración y no tengo poder para contribuir con dinero ¿entonces qué sería de mí?

Después de que ambos, ricos y pobres, llegamos juntos a este mundo, ¿solamente su alma es preciosa por tener dinero, y entonces la mía no vale nada?

Algunos dirán que si tiene sus cuatro extremidades funcionando o sea tiene buena salud y no cuenta con dinero, entonces puede aportar su trabajo físico.

No sé si ustedes han visitado el Centro de Cuidados Para Niños Discapacitados. Si ustedes han visitado el lugar sabrán que hay niños que desde el nacimiento son discapacitados.

Cuando yo estuve en Tainan tuve la experiencia de visitar el lugar, cuando pude ver a los niños, lloré, porque los vi tan desvalidos y dignos de compasión.

Pude conocer a una mamá que dio a luz tres hijos, uno tras otro, y todos nacieron con un padecimiento que completamente les impide mover su cuerpo. Los tres niños están internados en el Centro de Cuidados, la madre, llora cada vez que los visita, llora hasta que se le hinchan los ojos. Los tres niños pueden respirar, y también tragan los alimentos, lo que les permite sobrevivir.

Yo tengo fuerza para trabajar, pero no tengo dinero, entonces digamos que yo ayudo bañar a los niños, les asisto dándoles de comer, yo hago la buena obra, pero ¿y los niños paralíticos, qué va a ser de ellos? Pues no tienen fuerza física para hacer buenas obras.

Entonces, los que tienen dinero, dan dinero, y los que no, dan su fuerza de trabajo, pues de esta forma la organización Zhu-Ji a través de buenas obras quiere alcanzar la salvación, yo pensaría que si esto fuera así, entonces Dios sería muy injusto, pues Él sería el Dios de los ricos, y también se podría decir el Dios de los que tienen buena salud, entonces su amor tendría preferencias y favoritismo.

Concluimos que no reconocemos que se pueda salvar el alma del hombre a través de este método.

Vamos a ver en la Biblia lo que dice Dios.

Por favor veamos juntos el Libro de Job capítulo 35 y verso 5:

“Mira los cielos, y ve, y considera que las nubes son más altas que tú.

(6) Si pecares, ¿Qué habrás logrado contra él? Y si tus rebeliones se multiplicaren, ¿Qué le harás tú?

(7) Si fueres justo, ¿Qué le darás a Él? O ¿Qué recibirá de tu mano?

(8) Al hombre como tú, dañará tu impiedad, y al hijo de hombre aprovechará tu justicia.”

Aquí el verdadero Dios de los cielos ha dicho que sin importar que los hombres hagan buenas obras o si sus obras son impías, no afectan en nada a la gloria de Dios.

La gloria de Dios es autónoma e independiente de los hechos humanos, no es que usted le de gloria y hasta entonces puede Él tener gloria, y si no, entonces no tiene gloria. Esto no es así.

Lo que el verdadero Dios está diciendo aquí es que las buenas obras que usted pueda hacer,

¿En que benefician a Dios?

Y si usted hace obras de impiedad, ¿en que dañan o lastiman a Dios?

La expresión o conducta de la gente, sea buena o injusta, solamente afecta e influye a la gente que vive a su alrededor, en este mundo.

En esta denominación budista, si la vemos desde el punto de vista humano, podríamos reconocer que es una religión muy buena, porque promueve la ayuda al prójimo y las manifestaciones de amor.

Pero, si permanecemos mirando desde el punto de vista del alma, a través de esta forma ¿Se puede realmente alcanzar la salvación?

La Biblia lo contradice.

Podemos examinar y considerar a profundidad, si entrando a esta religión se garantiza que nuestra alma se salvará. Pero esto, es algo imposible.

Esta religión es de la clase en que se despliega la gloria del hombre, esto es algo que yo no podría negar, puesto que trae muchos beneficios para la gente en el mundo. La gente de este mundo en su forma de pensar, adopta la denominación budista Zhu-Ji para permitir que el hombre se salve, pero este es un camino sin salida.

La segunda forma utilizada por la gente en el mundo, es a través de ritos y ceremonias budistas, que se hacen en ocasiones especiales como después de fallecida una persona, para librar el alma de ir al purgatorio.

Actualmente estas prácticas se observan día a día en la sociedad taiwanesa. Por ejemplo, cuando en una familia alguien ha fallecido, entonces se llama al monje budista, para realiza los ritos funerarios. Las ceremonias se efectúan en el mismo día de la semana que ocurrió la muerte, una vez por semana, hasta llegar a la 7ª,  un doble 7, y en caso de poder pagar por la ceremonia, se puede extender hasta 100 días.

Todas estas ceremonias fúnebres budistas se hacen con la intención que el alma del difunto salga del purgatorio y así evitarle el sufrimiento.

¡Qué raro! Para alguien que ya murió, que se le tenga que celebrar una ceremonia budista, y los que todavía viven ¿por qué están dispuestos a tomar su dinero para ser gastado, en ritos y ceremonias por alguien que ya está muerto, que no puede expresar o hacernos percibir lo que siente.

El muerto no tiene capacidad para hacernos recibir consuelo o ayuda en la familia, el muerto ya no nos puede expresar su amor, pero nosotros los que estamos vivos estamos dispuestos a pagar dinero para ceremonias fúnebres budistas. ¿Qué propósito tiene todo esto?

Obviamente para los que sobreviven al difunto, el soportar la pérdida del familiar a través de estas ceremonias, les permite identificarse como hijos que tienen amor por sus padres, pudiendo así la gente obtener reputación de buenos hijos.

Aparte de este beneficio, en este método se incluye la así llamada “salvación del alma a la manera religiosa”, que es poder permitir al alma de los ancestros llegar al paraíso budista, al descanso eterno.

Entonces, para una familia rica, que puede pagar por 100 días de ritos funerarios, una ceremonia completa de esta naturaleza, que puede llegar a costar hasta un millón de dólares taiwaneses, pero ¿De verdad es posible que después de realizar las ceremonias budistas el alma del muerto puede ir a un mejor lugar?

Analizándolo de una forma muy sencilla, suponiendo que yo fuera un hombre malvado, y que en la sociedad no hiciera bien alguno, al contrario, supongamos que fuera alguien que hace mucho daño a la sociedad, poniendo en peligro la seguridad pública, haciendo robos, violencia, violaciones, incendiando las propiedades, en general dañando a la humanidad.

Un día, finalmente muero, habiendo respirado el último aliento, y dejado escrita una nota de suicidio en la que indico a mis hijos y nietos, la advertencia de, que si no realizan a mi favor los ritos funerarios budistas, las consecuencias serán terribles, pues les crearé gran disturbio en sus vidas, que si no me hacen las ceremonias budistas entonces probarán mi ira.

El resultado sería que mis descendientes por temor a mis represalias harían un gran despliegue de ceremonias.

Entonces, suponiendo que por haber recibido un gran despliegue de ritos, entonces por el honor que eso implicaría en la ultratumba, ya podría yo entrar al paraíso. Si una clase de hombre así pudiera salvarse por ceremonias, ¿Cómo se sentiría usted?

Si por tan solo eso fuera posible que la gente se salvara, entonces yo sentiría que este Dios sería un dios muy corrompido, pues cualquiera que indicara a otros que le hicieran ritos y ceremonias budistas a su favor después de muerto, ya podría entrar al hogar celestial, al reino de los cielos, entonces ese dios realmente sería un dios de principios muy corrompidos.

Concluyo esta parte diciendo que yo percibo que las ceremonias fúnebres budistas solamente son una forma de auto-consolación.

La Biblia también está en desacuerdo con esta forma o práctica.

Veamos el Salmo 49, desde el verso 6:

“(6) Los que confían en sus bienes, y de la muchedumbre de sus riquezas se jactan,

(7) ninguno de ellos podrá en manera alguna redimir al hermano, ni dar a Dios su rescate,

(8) (porque la redención de su vida es de gran precio, y no se logrará jamás),

(9) para que viva en adelante para siempre, y nunca vea corrupción.

La denominación budista Zhu-Ji requiere que en vida se contribuya con dinero. La segunda manera es a través de las ceremonias fúnebres budistas en que se pagan con dinero pero después de muerto.

Ambas formas no pueden hacer que el alma alcance salvación.

En este texto Dios dice, que no debemos usar dinero para intercambiarlo por la salvación de nuestra alma, pues ese es un camino sin salida, no importando si mientras usted vive contribuye con dinero o si sus hijos o nietos pagan después que usted muere, ambas formas son inútiles.

De la misma forma, la Biblia en el Libro de Eclesiastés capítulo 9 y verso 4, el Dios de los cielos dice:

“Aún hay esperanza para todo aquel que está entre los vivos…”.

Los vivos deben saber que definitivamente morirán, los que ya murieron, están completamente desprovistos de la consciencia, todo lo que acontece bajo el sol, es para ellos, algo en lo que no pueden tener participación alguna.   

Cuando el alma de alguien deja y se separa del cuerpo, se va a la presencia de Dios para recibir el juicio de Dios.

No se puede entonces decir, que mientras estamos vivos sobre este mundo podamos hacer una misa por los que ya murieron, en el caso de los católicos, o realizar las ceremonias fúnebres budistas, y decir que con solo hacer así, el alma del difunto se salva.

Es imposible de alcanzar salvación del alma a través de esta forma.

No obstante, estas formas religiosas gozan de gran popularidad entre la población de Taiwán. Usted puede usar un razonamiento idealista para analizar y ver, si a través de estas prácticas religiosas el alma puede salvarse ¿tiene eso sentido?

La tercera forma en que los hombres tratan de obtener la salvación es a través del sacrificio de animales, que son realizados en representación o sustitución de la muerte de la persona.

Usted puede ver que algunas personas mientras viven en el mundo tienen gran devoción al presentar su adoración a Dios a través de sacrificios, y cada vez que van a presentarse al templo budista siempre llevan consigo animales para realizar su acto de adoración.

¿A qué se le llama el ofrendar sacrificios de animales?

No es el presentar vegetales y frutas a las deidades en los templos budistas, pues esa es otra denominación, de lo que estoy hablando es de quienes llevan animales, como pollos, patos, cerdos, etc. Para ser sacrificados.

En la historia de la humanidad existen antecedentes respecto a las prácticas de sacrificios de animales.

 En el caso de la Historia de China, en la época antigua, durante el reinado de la Dinastía del  Emperador Amarillo, cada vez que el Emperador iba al altar de sacrificios, lo que hacía una vez al año, siempre usaban la sangre de ganado vacuno, y ovejuno, en representación como ofrenda a favor del pueblo.

Esta clase de ofrendas, aparte de implorar para que el país prosperara en paz y que la gente viviera en dicha, también pedía para que las estaciones y el clima fueran propicios y la gente pudiera suplir sus necesidades, además imploraba que el pecado y la maldad de la gente fueran borrados, para que Dios no recordara sus pecados, que se suprimiera la ira de dios, así dios estando complacido, les bendeciría.

Con el propósito de que dios no fuera a recordar las faltas cometidas y al mismo tiempo estuviera complacido en su corazón, se mataban vacas, y se mataban ovejas, y se sacrificaba la sangre vertida, para redimir a la gente.

Especialmente, si usamos el punto de vista de la religión para ver esto, en la Biblia, Dios deja testimonio que cuando el Salvador del mundo el Señor Jesucristo aún no había venido a nacer a este mundo, el verdadero Dios de los cielos utilizaba la sangre de becerros y ovejas en forma de ofrendas sacrificiales, en sustitución y para la redención del pueblo.

Todo eso era una manera de manifestar anticipadamente en semejanza a lo que habría de venir, lo cual significa que posteriormente Dios vendría en un cuerpo de carne para sustituir nuestra sangre que debería de haberse vertido por nuestro pecado.

A través de su sangre nuestro pecado logra alcanzar la salvación, no obstante la sangre de becerros y ovejas, usada en el pasado, por la que absolutamente no hay forma de redimir nuestros pecados.

A través del cambio de las edades, y hasta el tiempo actual, la religión se ha convertido en una decisión personal, pues la religión es algo que cada uno libremente elige, así que después que la religión se volviera en algo de elección personal, en nuestra sociedad taiwanesa llevamos al templo budista ofrendas, como pollos, cerdos, ovejas, etc., expresando a las deidades que el animal ya está muerto, como diciendo: “yo lo presento, su cadáver, el animal ya sangró por mí, y ahora yo lo traigo como ofrenda para ti, ahora tienes que perdonar todas mis faltas cometidas”. 

No obstante tener una sociedad moderna el día de hoy, existen aún modelos tradicionales y ceremonias de sacrificios animales que permanecen.

Por ejemplo, una vez cada año, en el templo Qingshui-zhushi de la región de SanXia en Taiwán, se celebra un festival, donde hay sacrificios de animales, toda la gente que vive en ese lugar sabe que hay que criar a los cerdos lo más gordo posible, para entrar al concurso donde se elige a un cerdo ganador, todo esto es ampliamente cubierto por los medios de prensa.

Para que los cerdos crezcan más, se les alimenta con huevos de gallina, estimulantes digestivos, leche de vaca, y hasta les ponen aire acondicionado, se les cría para que luzcan blancos y gordos, entre más gordos mejor, se les trata mejor que a las personas.

Después del concurso, toman al único cerdo ganador, el de mayor peso, esperando del día de la ceremonia, cuando toman el cerdo y lo bañan perfectamente y luego lo sacrifican.

La sangre la guardan, luego el cerdo muerto se coloca encima de una plataforma de madera, dentro del hocico se introduce una naranja, que representa, que el cerdo murió voluntariamente, y no fue forzado a morir.

Después de eso, el cerdo muerto así como la sangre son cargados en procesión por las calles, luego regresan al templo budista.

Entonces, en el interior los monjes realizan una ceremonia pública, en la que ofrecen el cerdo y la sangre al dios del cielo, en representación por el pecado de la gente.

¿A través de esto habrá forma de que nuestro pecado sea eliminado?

Veamos en la Biblia lo que dice Dios, miremos en el Libro de Hebreos capítulo 10 y verso 1 en adelante:

“(1) Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan.

(2) De otra manera cesarían de ofrecerse, pues los que tributan este culto, limpios una vez, no tendrían ya más conciencia de pecado.

(3) Pero en estos sacrificios cada año se hace memoria de los pecados;

(4) Porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados.”

Aquí Dios lo dijo, en el Antiguo Testamento, antes que viniera a nacer Jesucristo en este mundo, el pueblo de Israel también usaba la sangre de toros y ovejas para redención de los pecados, no obstante que Dios les había indicado muy claramente, que eso solamente era una sombra de los bienes venideros, y no la imagen misma de las cosas.

Si fuera posible que a través de la ofrenda de sacrificio anual se borrara el pecado de la gente, entonces sería suficiente con hacerlo una sola vez, no se necesitarían sacrificios anuales.

La Biblia aquí indica muy claramente, Dios nos lo dice muy claro, que anteriormente se hacía de esa forma, para que cada año se recordara que todos tenemos pecado, pero la sangre de los animales sacrificados absolutamente no puede sustituirnos para borrar nuestro pecado.

Expresándolo de una manera más simple, los hombres y los animales pertenecen a diferente orden de la vida. Los animales no tienen un alma, por lo que fundamentalmente carecen de conceptos morales del bien y el mal.

Perteneciendo a un orden diferente de la vida, ¿cómo pueden los animales tomar el lugar nuestro, careciendo de conciencia moral, y conseguir la redención para seres que poseen un alma?

Por lo que sin importar si es un súper cerdo para ofrenda, o ha sido mejorado continuamente a través de la consagración a la doctrina budista durante 3000 años, o si es de una estirpe única, con todo eso, no puede calificar para sustituirnos y alcanzar la redención.

Los cerdos al nacer, son cerdos, los monos al nacer, son monos, aunque un mono se consagre a cultivarse a sí mismo acorde a la doctrina religiosa durante 30,000 años, aun así permanece como un venerable mono, definitivamente no podrá transformarse en un hombre, pues pertenece a la vida en un orden diferente.

Los sacrificios de animales solamente eran una forma de manifestar anticipadamente lo que vendría, y no es que nosotros pudiéramos a través de sacrificios de animales limpiar y lavar nuestros pecados.

Ahora, hemos observado la realidad de la vida en Taiwán, hemos visto tres métodos que se han levantado en medio de nuestra vida diaria, como formas en que el hombre aspira a obtener la salvación.  

Ahora mencionaré la cuarta forma.

La cuarta forma utilizada por la gente en Taiwán es a través de abstenerse de comer carne, y cultivarse a sí mismo de acuerdo a las enseñanzas de esta denominación budista.

Esta denominación es diferente a la que practica el llevar pollos, vacas, patos, al templo budista, como ofrenda, ellos tienen conceptos diferentes.

Algunas personas expresan que por haberse percatado de la vanidad de la vida y la mundanalidad de la existencia se convirtieron en monjes o monjas budistas, y ahora cultivan su vida de acuerdo a la doctrina del budismo, entonan cantos de mantras o escrituras de su religión, se abstienen de matar seres vivos, y perseveran en disciplinar su cuerpo. Perseverar en someter sus cuerpos, para suprimir los deseos corporales, hacen todo esto, para que su alma pueda alcanzar la salvación.

En los casos más extremos adoptados en esta denominación, se hallan el raparse la cabeza y consagrarse para ser un monje o monja.

En los casos menos extremos o más conservadores, como muchas personas que expresan su devoción y auto-desarrollo de acuerdo a las enseñanzas del budismo, pero sin raparse el cabello, y en casa practican el cultivar sus vidas de acuerdo a la doctrina, evitando matar seres vivos, manteniendo una dieta vegetariana, y todos los días tienen el rito de golpear un instrumento de madera, en un día lo golpean tres veces.

Ahora yo pienso, ¿Se podrá a través de esta forma lograr la salvación para nuestra alma?

Veamos un pasaje de la palabra de Dios, en el Libro de Colosenses capítulo 2, comenzando desde el verso 20 en adelante:

“(20) Pues si habéis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo, ¿Por qué, como si vivieseis en el mundo, os sometéis a preceptos

(21) tales como: no manejes, ni gustes, ni aun toques,

(22) (en conformidad a mandamientos y doctrinas de hombres) cosas que todas se destruyen con el uso?

(23) Tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo; pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne”.

Confucio dijo que el instinto de la reproducción, es el color de la naturaleza instintiva del hombre, al color al que me refiero en este momento, es en el sentido más amplio y figurativo, la reacción frente al color revela una clase de naturaleza básica instintiva, no estoy señalando únicamente a la relación entre género masculino y femenino.  Si nos enfocamos en algo más concreto, la atracción entre hombre y mujer, es algo instintivo.

No obstante, aquellos que se consagran a la vida monástica budista, dejando sus hogares y practicando vegetarianismo, ellos dicen: “Comemos solamente vegetales”, que significa que no matan la vida, practican el hacer el bien, y guardan valores morales, aun con todo esto, ellos han inventado un substituto vegetal para las carnes, como el cerdo, y la carne de res, un equivalente de ellas, pero vegetariano, para poder satisfacer los apetitos y urgencias por el deseo de comer carne.

Veamos desde el punto de vista de las manifestaciones sociales, que comer, es realmente es un instinto muy natural.

En nuestra naturaleza humana está la necesidad por comer esos alimentos, no obstante, nosotros por razones de la religión budista, prohibimos el consumir esas cosas, absteniéndonos de tocarlas, contrariamente a la disposición natural original, e instintiva.

Yo también lo he descrito anteriormente, que viviendo en este mundo, es inevitable eliminar la vida de otros seres vivos,

El hombre tiene que eliminar la vida de otros seres vivos, solo así puede vivir.  Diciendo “solo como vegetales y no mato a otros seres vivos”,  lo que es decir, ajusto las palabras para justificar mis acciones, una forma para traer consuelo a mí mismo.

El instinto de reproducción, la atracción que existe entre un hombre y una mujer, contiene una clase de impulso psicológico, la necesidad que impulsa a buscar una forma apropiada de vida marital, para continuar con la vida, procrear la siguiente generación, lo cual es un mandato de Dios.

Dios, al principio cuando nos creó, nos ordenó crecer y multiplicarnos, para que pudiéramos llenar la tierra, esta es la voluntad de Dios.

Por lo que entre los hombres y mujeres, es algo muy natural, que después de llegar a la edad correspondiente, se comienzan a ver uno a otro y sentir un tipo de atracción tan devastante.

Si por ejemplo usted al ver los perros, comenzara usted a ladrar, entonces habría algo anormal en usted.

Usted al ver los perros, no puede sentir una atracción hacia ellos, pero ¿Por qué al ver al sexo opuesto, en usted se produce una fuerte atracción? La razón es porque Dios nos lo dio.

Entonces, nosotros sabemos que a través del diseño apropiado establecido por Dios para nosotros, dentro de la forma de un matrimonio legalmente establecido, se crea una vida matrimonial, se perpetua y se da vida a la siguiente generación, todo esto es el mandamiento de Dios para nosotros, la humanidad.

Todo esto tiene mucha relación con el pasaje de la Biblia que hemos leído, pues mucha gente en oposición a los instintos naturales que Dios nos ha dado, exigen a los hombres que guarden mandamientos y doctrinas, establecidas usando inteligencia y sabiduría humanas, lo que hace que la vida familiar se desvanezca, así como la bendición del amor, el gozo que conlleva, eliminando también el gozo de la comunión espiritual entre ambos géneros.

El versículo 23 menciona que los mandamientos y doctrinas de hombres tienen reputación de sabiduría, como la de las enseñanzas del Budismo, o los discursos de los grandes maestros del Budismo, que se aprecian de tener gran sentido, pero en la práctica real en el área de la concupiscencia no tienen resultado exitoso.

La Biblia no reconoce que a través de esas formas nuestra alma pueda alcanzar la salvación.

Piense en esto, ¿qué otra forma existe en el mundo de los hombres, que pueda garantizar que nuestra alma se puede salvar?

Después de haber meditado en las 4 formas establecidas por el hombre, ahora quiero que veamos la forma de Dios.

Por favor leamos en el Libro de Romanos, capítulo 3 versos del 25 al 27:

(25) “A quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,

(26) con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que Él sea el Justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.

(27) ¿Dónde, pues, está la jactancia?, Queda excluida. ¿Por cuál ley?, ¿Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe.”

Aquí, Pablo el siervo de Dios, claramente anuncia de qué manera nosotros podemos ser salvos.

El Dios de los cielos habiendo tomado forma y semejanza de hombre vino a este mundo, utilizó su propia sangre para redimirnos del pecado.

Esto está descrito en el versículo 25, Jesucristo, a quién Dios estableció como sacrificio expiatorio, rescatando nuestra alma a través de borrar nuestros pecados con la preciosa sangre de Jesucristo, el acceso a la vida eterna, el único sacrificio para entrar al reino de los cielos.

En la Biblia, Dios dice que a través de la fe podemos aceptar a Jesucristo como nuestro Salvador, creyendo que Jesucristo nos sustituyó, muriendo en vez nuestra.

En la Biblia, Dios nos indica que esta es la forma que debemos usar, y no por la ley de las obras.

La ley de las obras es la manera del hombre.

No es a través de méritos y buenas obras, por las que uno se considere mejor que otro por tener más méritos acumulados, considerándose uno mejor calificado para salvarse, esto es algo incorrecto.

Nadie delante de la presencia de Dios, puede ser pronunciado justo por causa de sus méritos y buenas acciones. Las buenas obras son inherentes al ser humano y son un deber para todos, no podemos usar las buenas obras para jactarnos delante de Dios.

Si nosotros hoy en día, queremos salvar nuestra alma, la única manera de lograrlo es creer en Jesucristo como nuestro Salvador, por lo que aquí en el verso 27, Pablo el siervo de Dios dice: que es a través de la fe en el Señor, y está es una manera muy sencilla pero también muy ecuánime, justa, de obtener la salvación, cualquier persona, todos, tenemos necesidad que nuestra alma se salve, y todos tenemos acceso a esta oportunidad.

Sin importar si usted sobre este mundo es una buena o mala persona, alguien justo que hace el bien o alguien malvado que hace daño a otros, sin importar que mientras vive en el mundo tiene o no dinero, no importa si es usted un hombre acaudalado o si es financieramente pobre, eso no importa.

Tampoco importa si sobre este mundo usted es alguien que posee bien sus extremidades y puede moverse por sí mismo o si usted ha perdido la capacidad de mover alguna parte de su cuerpo, todo eso no importa, ni es relevante si usted viviendo sobre este mundo posee gran sabiduría o si su cociente intelectual es de los más bajos, nada de eso importa.

Para cualquier persona sobre la tierra, es Dios quién le ha dado su alma, así mismo cada uno tiene una necesidad absoluta que su alma alcance la salvación.

Por lo que, si tan solo estamos dispuestos a creer que Jesucristo es nuestro Señor, hoy mismo, por causa de nuestra fe puesta en Dios, cada uno puede entender que delante de Dios puede recibir la salvación de que Él otorga.

La Biblia dice que Dios designó está forma tan sencilla para la humanidad.

No se necesita pagar o dar dinero a cambio.

Tampoco el hacer una esforzada labor hasta sudar, o sacrificarse trabajando hasta sangrar, para poder obtener la salvación.

Estando sentados relajadamente y escuchando estas enseñanzas, después de entenderlas, tenemos que recibirlas con fe.

La Biblia nos dice que la salvación es por gracia, y absolutamente no es algo que tenga precio y que se pueda comprar.

El sueldo que se recibe después de trabajar, no se considera como una gracia, o regalo, si usted tiene que dar dinero para poder salvarse eso no cuenta como gracia.

La gracia de Dios es, sin haber hecho obras y aun así gratuitamente obtener la salvación de su alma.

Para nosotros los que hoy en día vivimos en la manera que Dios estableció para la salvación, tenemos una gran bendición, pues no fue necesario que pagáramos ningún precio, simplemente se requiere un corazón puro con fe para creer. Así podemos obtener la salvación de Dios.

Veamos nuevamente en el Evangelio de Juan, capítulo 3 verso 16 hasta el 18:

(16) “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

(17) Porque no envió Dios a su hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por Él.

(18) El que en Él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.”

Aquí nuevamente Dios en su Biblia nos dice muy claramente, que una persona puede buscar conocer a Dios, y entender que Jesucristo es su Salvador, para luego con fe, creer en Él, aceptando a Jesucristo como su Salvador.

Dios dice “Esta persona no es condenada”, pues ya encontró la verdadera fuente de la vida, encontró al Padre de su alma.

Si no creyéramos que Jesucristo es nuestro Salvador, la Biblia dice, “el que no cree, ya ha sido condenado” pues él no ha encontrado la verdadera fuente de la vida, al Salvador del alma, por lo que ellos no logran obtener la manera de Jesucristo para el perdón de los pecados.

Si vemos la salvación desde el punto de vista de la Biblia, la forma en que podemos alcanzar salvación para hoy en día, nos hace entender, sin importar como se diga que, no es lo que usted aprueba como bueno, lo que salva, no es que si usted cree que cualquier religión sea buena, así sea.

Originalmente la salvación es algo muy simple, verdaderamente simple, cada uno puede obtenerla. No necesita pagar ninguna cantidad, solamente debe creer para recibir, y con eso ya puede obtener la salvación por la gracia de Jesucristo. 

Veamos nuevamente el Libro de los Hechos capítulo 16 y verso 30:

(30) “Y sacándolos, les dijo: Señores, ¿Qué debo hacer para ser salvo?

(31) Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.”

Si usted ha visto el contexto del desarrollo de este testimonio, sabrá que el hombre que hizo la pregunta no conocía al Señor Jesucristo, y siendo un carcelero dentro de la prisión, aquí consulta a los siervos de Dios acerca de ¿Cuál era realmente la forma para obtener la salvación?

Los siervos de Dios le dijeron: “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo tú y tu casa”.

Yo también uso este pasaje de la Biblia, la palabra de Dios, para quienes aún están examinando estas enseñanzas, en búsqueda de la vida eterna, nuestros amados amigos invitados, le digo que crean en el Señor Jesús, para que ustedes al igual que sus familias puedan reunirse en la eternidad en el reino de los cielos.

Que Dios desde los cielos les otorgue la bendición de ser salvos por la eternidad.

Hasta aquí concluye mi participación para esta noche.

Gracias al Señor, por el hermoso testimonio del Pastor Lin. Todos y cada uno de nosotros, poseemos un alma, y para que se pueda salvar,

¿Acaso se podrá a través de méritos y buenas obras?,

O ¿basado en ritos y ceremonias Budistas?          

¿Se puede obtener la salvación basados en el sacrificio de animales?

¿O apoyado en el apego a una vida de disciplina de acuerdo a las enseñanzas del Budismo?

Tenemos una firme respuesta a todas estas preguntas, que todas las maneras establecidas por el hombre en el mundo, ninguna puede alcanzar la salvación, solamente por Jesucristo, es la forma de obtener la salvación.

altCree, Bautízate y Se Salvo

Iglesia de Taipei, Taiwan  (25 de Octubre 2002)


Si el día de hoy estamos dispuestos a abrir las puertas de nuestro corazón para creer en Jesucristo, entonces, lo que sigue es profundizar en nuestro entendimiento, para poder responder a la pregunta, dado que yo quiero creer en Jesucristo, ¿en que se basa la forma para que mis pecados sean perdonados?

¡Aleluya! Oramos en el santo Nombre de Jesús.

“Amado Dios, nuestro Señor y Salvador Jesucristo, no cesamos de darte gracias y de alabarte, a ti quien nos amó desde antes de la fundación del mundo. Tú has creado todas las cosas que existen, nos creaste a nosotros, y nos has dado de tu gracia, aunque nosotros no sabemos cómo apreciarla.

Muchos de nosotros no te conocemos, estando sobre el mundo yendo y viniendo, nos esforzamos pero constantemente el resultado se torna en nada, nuestro corazón está atormentado, nuestros cuerpos están dolidos y enfermos, y tampoco comprendemos por qué o cómo aconteció todo esto.

No obstante sabemos, que los esfuerzos humanos constantemente no logran alcanzar nada, pero aún con todo eso, amado Dios tú quieres salvarnos, así como también darnos esperanza.

Señor, te alabamos, Tú nos has dado de tu gracia y de tu verdad, y hemos obtenido tu salvación para el hombre, estamos dispuestos a compartir esta bendición con todos, esta noche nosotros queremos continuar esparciendo tus buenas nuevas, en la Verdadera Iglesia de Jesús de Taipéi, Taiwán.

Señor y Salvador Jesús, que tu Espíritu se mueva y nos dirija, para darnos a cada uno el poder levantarnos en fe, que podamos claramente comprender tus enseñanzas, para que con fe vengamos a apoyarnos en ti.

Te pedimos mucho más, por gracia al hablar, así como sabiduría para tu siervo, para que pueda aclarar el misterio de tu salvación.

Te pedimos Señor que nos dirijas en esta noche evangelística, para que todos los testimonios y los himnos sean bajo tu dirección, y que tu nombre pueda ser glorificado, permítenos a todos que podamos lograrlo así.

Por toda la gracia, la alabanza sea para el nombre del Dios de los cielos.

Aleluya, Amén. ”

Por favor, pueden sentarse.

Gracias al Señor por darnos un clima tan agradable, hoy es un poquito más cálido, mucho mejor que sufrir las molestias del frío, así podemos venir a la iglesia a examinar las enseñanzas.

Que la bendición de Dios sea dada a todos nosotros.

¡Aleluya!, En el Nombre del Señor Jesucristo, doy testimonio en este lugar.

Esta noche vamos compartir con todos, lo que se encuentra en la Biblia, la Salvación por gracia, el tema se titula: “Cree, Bautízate y se Salvo.”

Anoche a través de las enseñanzas de la Biblia, compartimos con todos, que una persona viene a creer en Jesús, y le recibe como su Salvador Y Señor, Jesucristo es entonces el salvador de su alma.

La Biblia ya lo dijo, cuando usted cree en el Señor Jesús, será salvó usted y también su casa.

Si el día de hoy estamos dispuestos a abrir las puertas de nuestro corazón para creer en Jesucristo, entonces, lo que sigue es profundizar en nuestro entendimiento, para poder responder a la pregunta, dado que yo quiero creer en Jesucristo, ¿en que se basa la forma para que mis pecados sean perdonados?

Ahora que mencionamos el pecado, es un tema que no es del agrado de nadie, voy a tomar mi experiencia, como un ejemplo para compartir.

En una ocasión había una madre junto con su niño de 5to. Grado de primaria, vinieron a una reunión evangelística.

¿Por qué razón venía ella a examinar las enseñanzas de la iglesia?

La razón era que su hijo, al salir de la escuela y regresar a casa siempre le hacia las mismas preguntas.

La primera era,

“¿Mama, por qué solo las mujeres pueden dar a luz hijos, y porque los hombres no pueden?”

La mamá le respondía: “Porque así es, no existe una razón por qué”. Su hijo obviamente no estaba satisfecho con la respuesta, y al volver a casa de la escuela, volvía a preguntaba a su madre:

 “Mamá, ¿Por qué solo las mujeres pueden dar a luz hijos, y porque los hombres no pueden?”

La segunda pregunta que este niño hacia a su madre, era: “¿Mamá porque la gente se muere?”

La madre le decía: “así como nacemos así también morimos, la razón porque la gente se muere, es que al envejecer, se enferma y muere”.

Respecto a estas dos interrogantes, como madre, ella misma las consideró y reflexionó calmadamente.

Luego pregunto a los profesores de la escuela, también a sus amigos, aún inquirió con los educadores del Ministerio de Educación, pero nadie puedo darle una respuesta satisfactoria.

Para nosotros los que vivimos en este mundo, a veces en relación a muchos eventos, simplemente los aceptamos como son, pero no sabemos el por qué son así, o por qué acontecen así.

¿Por qué razón los humanos deben estar 9 meses con un embarazo, previo al alumbramiento?

En total un embarazo dura un promedio de 305 días.

De acuerdo a la experiencia de una mujer embarazada, lo ideal sería quedar embarazada y una semana siguiente poder dar a luz, ¿acaso no sería mucho mejor poder reducir el tiempo de los dolores del embarazo?

Pero ¿Por qué razón el embarazo debe durar 9 meses?, ¿no se podría solo 7 meses?

Usted diría que no se puede, que 7 meses significaría un parto o alumbramiento prematuro.

Ahora la pregunta en cuestión es, ¿Por qué no se puede?

Todos sabemos que el periodo de embarazo dura 9 meses, lo que no sabemos es ¿Por qué es que debe ser 9 meses?

¿Por qué los seres humanos vivos tienen aire que pueden respirar?

¿Acaso alguien se ha hecho esta pregunta? Ud. Podría decir: “la gente al nacer simplemente tiene aíre, y usted todavía me pregunta porque hay aire que se puede respirar.”

Respecto a algunas cosas en nuestra vida, nosotros asumimos que así es como son o se usan, pero no sabemos ¿Por qué es esto así?

Bueno, de acuerdo al Libro de Eclesiastés capítulo 3, hay un tiempo para nacer, y hay un tiempo para morir, el que una mujer esté embarazada durante 9 meses, es algo establecido por el Dios de los cielos, y los seres humanos no tienen poder para alterar eso.

También Dios estableció que una yegua queda preñada y espera 350 días antes de dar a luz, los seres humanos tampoco pueden cambiar esto.

El clima nos es dado por el Dios de los cielos, no es un algo espontaneo de la naturaleza.

En el caso de la madre del ejemplo que mencioné, debido a las preguntas de su niño, ella llegó a la iglesia a examinar las enseñanzas.

Cuando ella llegó a la iglesia, le dije: “Gracias al Señor, usted vino al lugar correcto”,

¿Por qué solo las mujeres pueden quedar embarazadas?

¿Por qué la gente tiene que morir?

No existen seres humanos que nos puedan dar respuestas satisfactorias. Pero, existen únicamente contenidas en la Biblia que el Dios de los cielos nos dio, en la que Él nos habla claramente.

La respuesta está en que el primer ancestro de la humanidad, después de que pecó, produjo una consecuencia de castigo, usted puede examinar la referencia que se encuentra en el Libro de Génesis capítulo 3 y versículo 16 en adelante.

Nuestros primeros antepasados desobedecieron el mandato de Dios, y después que cometieron el pecado, como usted lo puede leer,  Dios se enojó, y luego maldijo al hombre.

La maldición era para todos los hombres y las mujeres, cuantos habitamos en esta tierra.

Por lo que en el capítulo 3 y verso 16,

Dios maldijo a la mujer diciendo: “Multiplicaré en gran manera los dolores de tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos…”

Esta es la razón por la que el día de hoy las mujeres tienen las funciones fisiológicas y la estructura física para los procesos que deben soportar, el dolor del embarazo y el alumbramiento. 

Esto no significa el alumbramiento es un producto de la naturaleza, y que simplemente debe asumirse que así ha sido siempre, sino que es el resultado de lo que aconteció después del pecado y de que Dios les maldijo.

La maldición de Dios hacia la mujer se extendió aún más, diciendo: “y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti”.

Hablando en términos generales, si acontecen conflictos de violencia física en una familia, la mayoría de las veces, la mujer es quién sufre más daño y las perdidas.

Por lo que ni el gobierno puede resolver esta situación sino solamente medidas de prevención, como en nuestro país, que el gobierno ha establecido un número de teléfono para la protección de la mujer, asimismo, el gobierno no ha establecido ninguna asociación para la protección de los hombres.

La razón es que en la dotación física natural del hombre, posee más fuerza que el cuerpo de la mujer, por lo cual si usted ha visto problemas de violencia en una familia, es algo que también se debe o como consecuencia del pecado de los primeros ancestros de la humanidad.

Aparte de la maldición que Dios pronunció sobre la mujer, Dios también maldijo al hombre.

Dios al maldecir al hombre pronunció que este con el sudor de su rostro comería el pan.

Por todo esto, hoy en día, al nacer y venir a este mundo, no importa a que grupo étnico se pertenezca, existen en todos los seres humanos el común denominador que son estos fenómenos.

Para poder dar a luz, todas las mujeres en el mundo pasan a través del mismo fenómeno.

Todos los seres humanos al venir a este mundo se arriesgan a sangrar y sudar para poder sobrevivir.

Ustedes pueden verlo en el mundo actual, todos trabajan con mucho esfuerzo para poder sobrevivir, trabajando duro hasta quedar exhaustos por la labor mental y física, tan cansados, que a veces al regresar a casa se siente como paralizado mientras se está sobre la cama, puede usted entender que esto es el resultado del haber recibido el castigo por el pecado.

Y cuando no es un esfuerzo mental, entonces es una labor física, solamente a través de grandes esfuerzos y el quedar exhausto que se logra conseguir las tres comidas diarias.

A todos los que habitamos en esta tierra nos alcanza la maldición de Dios.

Dios dijo que por causa del pecado del hombre, la tierra sufriría el producir espinos y cardos.

Si alguno de ustedes tiene una porción de tierra desocupada, y digamos que usted invierta una considerable cantidad de tiempo para poder dejar bien limpio el terreno, entonces, si usted decide no sembrar nada en él, solamente lo rodea con una cerca de alambre, después de transcurridos tres meses, usted va nuevamente a ver su terreno, seguramente va a encontrar que en este han crecido arbustos, maleza, y plantas indeseables.

Pero esto, sí que es bien raro, si yo no esparcí ninguna clase de semillas, ¿cómo es posible que hayan crecido esas malas yerbas?

Si no sembré semillas de vegetales, obviamente el terreno no podrá por sí mismo producir vegetales.

Y si no puse las semillas de flores, por supuesto que la tierra no producirá por sí misma, flores.

La pregunta es, dado que tampoco sembré semillas de maleza, malas hierbas, ni espinos, ¿Por qué razón esas plantas por sí mismas, aparecieron y empezaron a crecer en el terreno?

Las enseñanzas de la Biblia podemos cotejarlas con muchos de los fenómenos que acontecen en nuestra vida diaria.

En el futuro cuando usted tenga la experiencia de entrar al área de ginecología en el hospital y cuando vea a las madres que están a punto de dar a luz, con tantos dolores, usted podrá ver las consecuencias por el castigo del pecado de nuestros primeros ancestros.

Al conversar con sus amigos, y alguien diga: “yo ya di a luz hijos, y fue una experiencia muy difícil” usted sabrá también que esto es resultado del pecado.

Y cuando tenga la experiencia del terreno baldío, y vea crecer las malas hierbas, esto también es consecuencia de que Dios maldijo la tierra por causa del pecado del hombre.

Aun llegando a lo último, Dios pronunció sobre nosotros, la humanidad diciendo: “vas a volver a la tierra” que significa que el hombre moriría.

Reflexionando sobre el tema de la muerte del ser humano, encontramos que fue traído como una clase de castigo por el pecado.

Por lo que, en nuestra vida, podemos ver en todo nuestro rededor, el fenómeno del castigo por el pecado original.

Es imposible para nosotros negarlo diciendo que nosotros no tenemos pecado, pues debemos pagar o sufrir sus consecuencias.

El pecado requiere que se pague un precio, y la consecuencia más extrema de pagar ese precio es la muerte.

Después que nuestros ancestros pecaron, el pecado invadió nuestra naturaleza humana, por lo que viviendo en este mundo, probablemente no exista nadie que poniéndose la mano en la conciencia se atreva a decir: “en toda mi vida yo nunca he pecado”.

Veamos desde el proceso de crecimiento de un niño, para analizar al respecto.

En el Libro de Génesis capítulo 8 y verso 21, Dios dijo: “…porque el intento del corazón del hombre es malo desde su juventud.”

Dios dijo que desde pequeños, nuestro corazón es malo.

Entonces ¿realmente la naturaleza humana es bondadosa e inclinada al bien o la naturaleza humana es malvada e inclinada al mal?

Los eruditos chinos del tiempo antiguo tenían dos clases diferentes de opiniones y puntos de vista.

No obstante, la Biblia nos dice que la naturaleza humana es mala, inclinada al mal.

¿Realmente es así?, ¿realmente la naturaleza humana es mala?

En la iglesia bajo mi cargo, durante un día de reposo el medio día, mientras los hermanos de la congregación conversaban tomando té, entre ellos había un abuelo, que dijo:

 “les voy a contar la historia de un nieto, este mi nieto verdaderamente es alguien muy astuto e inteligente.”

Cuando yo le escuche, dije dentro de mí mismo: “inteligente, es alguien que es simplemente inteligente, ¿Pero, por qué tiene que decir que es astuto e inteligente?”

Entonces le pregunté diciendo: “¿en qué grado estudia su nieto?”

Él dijo: “Tan solo en el segundo año del jardín de infantes”,

Yo le dije: “¿Cómo es que es astuto su nieto?”

El abuelo agregó: “un día mi nieto al regresar a casa de la escuela, me relató el cuento del niño Ron Kong y Las Peras.

 (Para quienes ignoren sobre este cuento, en breve, se trata de la historia de un niño llamado Ron de apellido Kong, quién después que su padre les da a elegir peras de varios tamaños, él elige la más pequeña, con el propósito que sus hermanos y demás familia tuvieran las mejores, este cuento nos da un mensaje de aprender a ceder lo mejor de nuestras opciones para el bien de los demás).

El abuelo agregó que su nieto le relató el cuento, de una manera tan brillante, exagerando la descripción del mismo, haciendo que el abuelo reconociera que la educación de hoy en día es muy exitosa, pues los niños siendo tan cortos de edad, y estudiando en grados tan elementales, estaban siéndoles inculcados el tipo de enseñanzas de ceder con humildad, y cuidar de los adultos.

Por lo que el abuelo al día siguiente de la experiencia que su nieto le relatara el cuento de las peras, se fue al mercado y cuando vio que estaban vendiendo manzanas, se acordó del contenido del cuento que escuchó, y a propósito compró 10 manzanas, incluyendo pequeñas y grandes, y se las llevó a la casa.

Cuando el nieto regresó a casa de estudiar, el abuelo lo llamó y le dijo: “Nieto, ven, mira, aquí hay unas manzanas, hay grandes y pequeñas, ahora quiero que escojas una para ti”,

El nieto abriendo los ojos y después de ver al abuelo, alargó la mano para elegir una manzana.

¿Cuál cree usted que tomó el niño, la manzana grande o la pequeña? El niño tomó la más grande.

El abuelo reparó diciendo: “¡ya se te olvido el cuento de Ron Kong y las peras!”

El nieto, frente a la pregunta del abuelo, respiró profundamente, y bajó su mano, se sintió con vergüenza, y después de ver el rostro de su abuelo, dijo con mucha confianza y de forma tan natural: “Abuelo, estas son manzanas, no son peras.”

El abuelo pensó para sí, que era posible que siendo su nieto todavía un niño pequeño, y que no diferenciaba lo común y lo diferente entre las manzanas y las peras, ante lo cual, el abuelo dijo: “Está bien, está bien, estas son manzanas y no son peras”.

Al tercer día, el abuelo regresó a casa después de ir a comprar peras, y luego que su nieto regresara a casa de la escuela, lo llamó y le dijo: “aquel día me relataste el cuento del niño Ron Kong y las Peras, ¿aún recuerdas el contenido del cuento? Ahora, aquí tenemos peras, puedes ver que hay grandes y pequeñas, quiero que elijas una”

¿Cuál cree usted que eligió el niño, la pera pequeña o la pera grande? Al final, el nieto de este hermano, eligió la pera más grande.

El abuelo le dijo a su nieto: “huy, huy, estas son peras, hay grandes y pequeñas, incluso te mencioné el cuento del Ron Kong y las peras, ¿Cómo es que aun así elegiste la pera más grande?

Después que el abuelo le habló así al nieto, este también sintió vergüenza, y luego de un instante, levanto su rostro para ver a su abuelo, y le dijo: “abuelo, nuestra familia se apellida Zhen, el cuento relata sobre la familia que se apellida Kong”

Bueno, cuando el abuelo contó la experiencia con su nieto, todos los que le escucharon rompieron a reír. Dijo además el abuelo: “Dense cuenta, ¿acaso mi nieto no es astuto e inteligente?”

No solamente inteligente, es astuto e inteligente.

¿Qué es lo que usted puede deducir desde el ejemplo de este niño?

Usted se puede dar cuenta de la codicia que existe en la naturaleza humana, algo tan natural, no se necesita que se lo enseñen, todos codiciamos.

Cuando nos toca enfrentar la codicia, con el propósito de encubrirla y disfrazarla es cuando se aparecen la astucia y la malicia de la naturaleza humana, una naturaleza muy engañosa.

Véalo usted, en el mundo actual de los adultos, es la misma situación. Usted lo puede ver en la gente desde que son niños.

Con mucha razón en el Libro de Proverbios capítulo 20 y verso 11 Dios dice:

 “Por sus hechos el niño deja entrever, si su conducta será pura y recta”

Esto era el significado original de estas palabras, que la naturaleza de un niño que aún no había madurado, y por tanto no había desarrollado su habilidad para engañar, o pretender, por lo que las manifestaciones de su conducta reflejan o manifiestan, su naturaleza instintiva básica.

Entonces, nosotros podemos comprender a través de observar a un niño, que después que el pecado invadiera la naturaleza humana, los hombres, desde aun siendo niños traen intenciones malignas, que gradualmente conforme va creciendo en edad también en nuestra vida se desarrolla la habilidad de engañar y encubrir nuestras verdaderas intenciones, por eso constantemente decimos: “un rostro de bondad pero con un corazón maligno, o, un rostro tan malvado pero con un corazón bondadoso, la apariencia de un rostro no es igual a lo que la persona lleva en el corazón, las apariencias engañan”.

La ley de nuestro país ha previsto leyes para castigar las conductas de pecado, no obstante, no tiene formas de poder normar o legislar la moralidad de pecado.

El cuchillo en las manos equivocadas, se entierra en el cuerpo de alguien más para hacerle desangrar hasta morir, produce una conducta que la ley del país puede juzgar criminalmente.

Por otro lado, las maldiciones que se pronuncian dentro del corazón, el maldecir hasta incontables generaciones que no han nacido, si usted se pone en ese lugar, donde maldice en su corazón, las leyes del país no podrían hacer nada en su contra, pues este es un problema del pensamiento del interior del corazón.

Vamos a ver un ejemplo.

Había un hombre anciano a punto de morir, y justo antes de fallecer le dijo a su hijo:

 “Anda a llamar al dueño del negocio que está frente a la casa, donde venden productos de leche de soya, durante toda mi vida yo fui a ese lugar a tomar leche de soya, nos volvimos buenos amigos con el dueño, ahora que estoy a punto de morir, hay algunas cosas que no puedo ocultar más, y debo decirlas”.

Luego el hijo de este hombre, se apresuró a ir a llamar al dueño del negocio de Leche de Soya que está frente a su casa,

Cuando llegó el dueño y lo tuvo enfrente, el anciano le dijo:

 “Fulano, hay algo que quiero decirte para que lo entiendas, y espero que puedas perdonarme. Cada día he visitado tu tienda para tomar leche de soya, cada día me has dado leche de soya para llevar a casa, siempre después de darle un sorbo antes de ir a casa, te he dicho: “Amigo, no está suficientemente dulce, hay que echarle más azúcar”

Siempre he visto tu amabilidad, y como vas a la parte de atrás de la tienda para echarle un poco más de azúcar, luego me lo traes de vuelta, y yo vuelvo a tomar, pero siempre tomo bastante hasta que queda un poquito solamente, entonces te digo: “está demasiado dulce”, para que siempre le pongas más leche.

Quiero en este momento arrepentirme ante ti, porque yo, diariamente te he pagado por una porción pero me he tomado dos, ahora estoy a punto de morir, si mi corazón no fuera honesto contigo, me sentiría con mucho pesar, y moriría con remordimientos, espero que puedas perdonarme”.

Ante esto, el dueño del negocio le respondió al hombre moribundo:

 “Tranquilo, no hay problema, no lo tomes tan a pecho, estás a punto de morir, será mejor que te confiese algo también,

Yo, sabiendo que eras tan miserable y avaro, y que pagando por una porción te tomabas dos, me sentía muy enojado, pero tú eras cliente de mi tienda, y lo que tu querías obtener, yo no te podía dejar de servir, por lo que siempre que iba a la parte de atrás de la tienda para agregar azúcar a tu leche, siempre te maldecía en mi corazón, cuando querías que le agregará más leche porque decías que estaba muy dulce, me iba atrás a echarte más, entre más pensaba en ello, más me enojaba, y siempre escupía entre tu leche, por lo que te digo que la hepatitis C de la que he padecido durante este tiempo, a lo mejor es la fuente de la enfermedad por la que estás muriendo.”

Ante esto el anciano moribundo, dijo: “pero tú, tú…”

Al final no sabemos si murió por el enojo, o si murió como resultado de la enfermedad que padeció.

Estas cosas suceden entre nosotros, en nuestra vida diaria.

Veamos realmente cuál es su pecado, viéndolo y poniéndolo en la perspectiva de la Biblia:

Miremos el Libro de Romanos capítulo 1 versículo 28, yo voy a leer, y ustedes considérenlo:

 “(28) Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen,

(29) Estando atestados de toda clase de injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad, llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños, y malignidades”

Piénselo bien, ¿Realmente cuánto pecado de moralidad existe dentro de nuestro corazón?

Desde esta perspectiva podemos hablar del pecado, que es algo que no nos agrada conversar, no obstante es algo que no podemos negar, delante de la presencia de Dios todos nosotros hemos pecado.

Al encontrarnos con que hemos cometido estos pecados, todos sentimos temor, e inmediatamente pensamos en cómo enmascararlos, o cubrirlos, pensamos también en como limpiar nuestros pecados.

El problema es, lo que ayer mencionamos, que a la manera de este mundo no se pueden cubrir nuestros pecados, pues todos los hombres utilizamos una conciencia moral, y cuando pecamos, nuestra conciencia nos reprocha. A veces la gente, incluyendo los niños, puede sentir gran temor al encarar el problema del pecado, el reproche de su conciencia.

Mi hermano menor, tiene un hijo, quien en una ocasión cuando conducía desde la ciudad de Chia-yi hacia la casa de su abuelo en Taichung, en la autopista, mi sobrino le pregunto a su papá:

 “¿papá, papá, hasta donde llega esta autopista?”

En ese tiempo mi sobrino estudiaba en el kínder.

Su padre le respondió: “lo más lejos que llega es hasta la ciudad de Khilong”

Ante esto el niño replicó: “¿y después de Khilong?”,

Su padre le dijo: “después de pasar la ciudad de Khilong, ya no hay autopista”,

El niño dijo: “entonces, después de que la autopista llega a Quilung, nosotros no nos detengamos, sigamos manejando, hasta conducir hasta el reino de Dios, ¿podemos?”

Su padre le respondió diciendo: “¡Claro que si podemos! En cuanto nos sumerjamos en el mar ya podremos llegar al reino de Dios”,

Cuando este niño escuchó que podían conducir el carro hasta llegar al reino de Dios, animo a su papá diciéndole:

“papá apúrate, acelera la velocidad para que vayamos al reino de Dios”

Su padre le respondió: “y ¿para qué vamos a conducir el carro hasta llegar al reino de Dios?”

El niño respondió: “hay que conducir el carro hasta llegar al reino de Dios, para que podamos atropellar y matar a Jesús”

Cuando su padre escuchó esto se sorprendió muchísimo, y dijo: “Que ¿qué dices? Que manejemos el auto hasta llegar al reino de Dios ¿para qué lo atropellemos? ¿Y porque querríamos atropellar a Dios?”

El niño respondió diciendo: “papá, en la escuela yo maltrato a la gente, uso malas palabras y digo cosas sucias, también le pego a los compañeros, si podemos atropellar a Jesús y muere, entonces, en el futuro yo ya no tendré que enfrentar el juicio de Dios”

En el Libro de Proverbios capítulo 20 y verso 27 dice que el espíritu humano es la lámpara del Señor, pues escudriña lo más recóndito de su ser.

Todas las personas tenemos una conciencia, dada por Dios, y esta conciencia está juzgando de parte de Dios, cada acto de nuestra vida, todos los pensamientos y los recuerdos de nuestro corazón, incluso a veces puede juzgarnos por las palabras, por ejemplo cuando a veces decimos: “ ahh, esta persona no tiene amor” Al hablar así ya pecamos.

Cuando fuimos de visita a la prisión que se encuentra en la Isla Verde, al área de máxima seguridad, donde están los criminales más peligrosos, para realizar una jornada médica de evangelismo, les predicamos de las enseñanzas de Jesús y ellos recibieron bien la palabra, esto se realizó dentro de una habitación protegida con por rejas de metal, dentro de la prisión no se atrevían a que entráramos a sus habitaciones, pues temían que si lo hacíamos alguien más podría atacarnos y herirnos, así que en esa habitación platicamos con ellos sobre nuestro mensaje, cuando usamos la Biblia para compartirles, sin importar que ellos estuvieran cubiertos de tatuajes de dragones, y aves fénix, y sin importar que fuera de la prisión, ellos fueran gánsteres de mucho poder y prestigio, no podían dejar de llorar, con arrepentimiento decían: “quiero renunciar al crimen, Dios seguramente me quiere salvar, ¿Qué tengo que hacer?”

Para ellos era muy difícil vivir con los reproches de la conciencia, por lo que ahora con las mismas palabras quiero decirles a todos que todos tenemos pecado.

Desde que nacemos y empezamos a vivir, desde pequeños en nuestra naturaleza podemos comprender que tenemos pecado. 

El hombre tiene pecado, y también sabemos que después que concluya nuestra vida, no es que se terminó todo y asunto arreglado. Al morir todos debemos recibir en nuestra alma el juicio de Dios.

Y cuando llega el momento de enfrentar el juicio, ¿Qué va a pasar?

Usted tiene pecado, yo también tengo pecado, yo no tengo manera de sustituirlo a usted, y usted obviamente, tampoco tiene forma de sustituirme a mí, para llevar la carga de mi pecado, pues absolutamente todos nosotros somos pecadores.

Basados en los que Dios ha dicho en la Biblia, en el Libro de Hebreos capítulo 9 y verso 22:  “y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión”.

Por lo que igualmente, si no hay derramamiento de sangre, los pecados de la gente no pueden ser borrados y limpiados.

Por la razón del pecado, el Dios a través de tomar forma de una vida sin pecado, siendo engendrado a través del Espíritu Santo, vino a nacer a este mundo, su vida fue sin pecado, pues no fue engendrado a través de una unión marital sexual y por el deseo de reproducción, no fue engendrado a través de la sangre.

Su forma de vida fue santa, y sin pecado vino a este mundo, para sustituirnos a nosotros siendo clavado en una cruz.

Estando clavado en la cruz, su sangre fue derramada. Nosotros el día de hoy nos apoyamos en la sangre preciosa de Jesucristo para lavar nuestros pecados.

Disculpen, ¿Qué es lo que acabo de decir?

Lo que dije es que nos basamos en que Jesucristo vino a nacer a este mundo, sustituyéndonos en la muerte, siendo clavado en una cruz, derramando su preciosa sangre, y el día de hoy, dependemos de su preciosa sangre para limpiar nuestros pecados.

La razón que hice la pregunta sobre ¿Qué acabo de decir? Es porque en una ocasión, uno de nuestros invitados preguntó: “pastor, espere un momento, ¿qué es lo que acaba de decir?”

Yo simplemente repetí lo que acababa de decir.

Luego el invitado me dijo: “bueno, si se puede resolver este problema del pecado, entonces yo voy a creer lo que usted dice”.

 “¿usando que es que se limpia nuestro pecado?”

Yo le dije: “a través de la preciosa sangre de Jesús”

Él me dijo: “entonces déjeme ver la sangre de Jesús para que la pueda ver.”

Cuando lo escuché, casi me desmayo.

Bueno todos decimos cosas así, es algo tan natural.

Pero ahora, él me estaba pidiendo que le dejara ver la sangre de Jesús, ¿a dónde me iba a ir a traerla?

El agregó: “ustedes los predicadores todos hablan solo por hablar, ustedes todos usan agua para bautizar a la gente y les dicen que en ese momento es la preciosa sangre de Jesús, si fuera posible que el agua limpiara los pecados de la gente, entonces yo que me baño dos veces al día, hace mucho que me habría lavado los pecados. Yo no necesito ir a su iglesia para recibir el bautismo en agua, pues ustedes también usan agua para bautizar.”

 “Entonces, y la sangre de Jesús, tráiganla, a ver, tráiganla para que la pueda verla.”

Yo quería decirle, y a dónde quiere que me vaya para ir a traer la sangre de Jesús, para enseñársela.

Todavía él me dijo: “Si usted verdaderamente puede traerla, aun así quiero certificar que esa es la sangre de Jesús, no me vaya a traer la sangre de un perro.”

La verdad es que era una gran dificultad, no sabía a donde ir para traer la sangre de Jesús.

En la Biblia Dios dice que mediante la sangre, nuestros pecados, pueden llegar a ser lavados.

La Biblia registra un pasaje que en mi opinión es valiosísimo.

Está en evangelio de Juan capítulo 19 y verso 34:

“Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua”, en este pasaje de la enseñanza menciona, que cuando Jesús nos sustituyó a nosotros los pecadores muriendo siendo clavado en la cruz, en ese momento, hubo un soldado que con su lanza le abrió el costado.

La Biblia registra muy claramente diciendo que “al instante salió sangre y agua”.

Que bueno que aquí se menciona una “agua”, si no fuera así, no lo comprenderíamos hoy en día. Del cuerpo de Jesús brotó sangre y también brotó agua.

El punto clave en este momento es la transformación, ¿de qué manera el agua se transforma en la preciosa sangre de Jesucristo?

Hoy en día, nosotros usamos agua para bautizar a las personas, ¿de qué manera el agua se transforma en la preciosa sangre de Jesucristo?

Veamos juntos la primera carta de Juan capítulo 5 verso 6:

 “Este es Jesucristo, que vino mediante agua y sangre, no mediante agua solamente, sino mediante agua y sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio; porque el Espíritu es la verdad… y tres son los que dan testimonio en la tierra: el Espíritu, el agua y la sangre, y estos tres concuerdan”

¿Cómo se transforma espiritualmente el agua en la preciosa sangre de Jesucristo?

Nosotros en lo material vemos que es agua, pero en la realidad, cuando entramos al agua, ya es la sangre preciosa de Jesucristo.

¿Y cómo es que esta sangre puede ser efectiva?

La Biblia lo dice, aún hace falta lo que es llamado el testimonio del Espíritu Santo.

El testimonio al que me refiero es uno que provea a todos de una referencia.

Cuando estaba bajo mi cargo la Iglesia del distrito occidental de Taichung aconteció algo que ahora es un testimonio. Para cuando se realizaban bautismos en agua, íbamos a un lugar llamado Dou Bian Kang (投變坑), para lo cual nos dirigíamos al Campo de Golf Hong Xi (洪喜)  debajo del puente. En la ciudad de Taiping existe este campo de Golf Hong Xi, y el lugar de bautismos queda debajo del puente.

Por la razón de que en ese lugar existe un ambiente sumamente agradable, muchos templos budistas son construidos en sus alrededores.

Para cuando los 20 y tantos que íbamos concluimos los bautismos y nos disponíamos a salir del agua, nos dimos cuenta que sobre el puente nos observaban tres clases de personas, monjas budistas, monjes budistas, y pescadores.

Entre los pescadores, había uno que era un hombre de edad mayor, que nos dijo:

 “hey, hey, hey, jóvenes, esperen, ¿qué es lo que acaban ustedes de hacer?

Yo le respondí: “acabamos de bautizar a unas personas.”

Entre la gente, había una monja budista que se atrevió a hablarnos y nos dijo:

“¿Y con qué propósito los han bautizado?”

Yo le respondí:

“para cumplir con lo que dice el texto de la Biblia en el Libro de los Hechos capítulo 2 y verso 38, el bautismo es por medio de la preciosa sangre de Jesucristo para lavar todo nuestro ser del pecado.”

Yo  le pregunté: ¿Cuál es la razón de su pregunta?

Ahora, yo cambie la dirección de la conversación.

El hombre respondió: “¡algo muy inusual! Hace un momento, cuando ustedes estaban allí en el agua, había una mancha roja.”

Unos de los hermanos que escucharon la conversación, preguntaron a las personas sobre el puente:

“¿En qué momento vieron ustedes la mancha roja?”

El hombre que habló de primero, respondió: “Cuando ustedes sin razón aparente, se cambiaron la ropa blanca, y dentro del agua estaban como templando.”

Los hermanos de la iglesia sabían a qué momento se referían ellos que habían visto la sangre. (Los pastores visten ropa blanca durante los bautismos, y oran en lenguas, el Espíritu Santo les impulsa a mover sus manos en oración, por esa razón les dijeron que estaban como temblando.)

Antes de comenzar a bautizar, primero entramos al agua, y todos oramos en el Nombre de Jesucristo, y el Espíritu Santo se mueve sobre el agua.

En el Libro de Génesis, en el primer capítulo y verso 2 dice que el Espíritu de Dios se movía sobre las aguas. Y Dijo Dios sea la luz, y fue la luz, luego en el 6 dijo que hubiera expansión en medio de las aguas, y hubo expansión.

Cuando el Espíritu de Dios se movía sobre el agua, en el lugar de bautismo, Dios había permitido a los que estaban sobre el puente, juntamente con nosotros, y gente de otra religión que no tenían relación con nosotros, el que recibiéramos testimonio de los tres, durante ese momento, el agua se transformó en sangre roja.

El hombre mencionó: “cuando ustedes estaban temblando entre el agua, del interior del río brotó un manantial, que salía de los profundo, era de sangre, y el lugar donde ustedes bautizaban se tornó rojo, rojo, pero qué raro, la sangre solo permanecía donde ustedes estaban, y no se esparcía por el resto del agua”

Entonces yo pregunté: “¿usted vio cuando todos y cada uno de nosotros nos metimos entre la sangre a bautizar?”

Él respondió, “Así es, todos se metieron entre la sangre, y yo no sabía que estaban ustedes haciendo allí adentro, si estaban como embalsando el agua, o qué estaban haciendo, ¡es rarísimo! ¿Qué es lo que ustedes estaban haciendo allí?”

Luego le pregunté: “¿aún está roja el agua?”

Los que estaban sobre el puente respondieron: “no, ya no. Después que ustedes terminaron de bautizar, cuando ustedes todavía estaban adentro del agua temblando, ese manantial de sangre se fue.”

Después de concluir los bautismos, mientras orábamos dando gracias a Dios, se desvaneció el manantial de la preciosa sangre.

Así que desde algo que no tenía relación, el testimonio de los tres, se convirtió en una experiencia de testimonio vivencial, los bautismos en agua de nuestra iglesia son en la preciosa sangre, la efectividad de lavar los pecados se encuentra en la preciosa sangre de Jesucristo.

La Biblia dice que se requiere que el Espíritu Santo de testimonio, y cuando el Espíritu Santo se mueve sobre el agua, entonces si existe la forma que esta se transforme en la preciosa sangre. 

Y es por causa de la preciosa sangre que puede haber forma de que se reciba del Señor Jesucristo, el perdón de nuestros pecados.

La Biblia lo dice claramente, que la sangre de Jesucristo, una vez y para siempre, borra nuestro pecado. 

Todo esto se halla en el Libro de Hebreos, capítulo 9 y versos del 11 al 14, dice:

 “(11) Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los bienes venideros, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación,

(12) y no por sangre de machos cabríos, ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención.

(13) Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos y las cenizas de la becerra rociados a los inmundos, santifican para la purificación de la carne,

(14) ¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu Eterno, se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?”

Nosotros desde aquí, le damos muchas gracias a Dios por su gracia, pues solamente en La Verdadera Iglesia de Jesús, permanece el Espíritu Santo, y solamente a través del bautismo que la Verdadera Iglesia de Jesús práctica, que se realiza de acuerdo a la Biblia, y cuando oramos el Espíritu Santo se mueve, el agua, espiritualmente se transforma en la preciosa sangre.

Veamos nuevamente el evangelio de Marcos, capítulo 16 y verso 16:

“El que creyere y fuere bautizado será salvo; mas el que no creyere, será condenado.”

Antes de ascender al cielo, Jesucristo nos dejó esta preciosísima palabra de verdad.

Él lo dijo, y usted lo sabe hoy, es mediante la fe en Jesucristo, que podemos ser salvos. No es a través de la manera de méritos y buenas obras proclamada en el budismo, tampoco es a través de ceremonias y ritos budistas celebrados después de muerto, sino a través de poner su fe en Jesucristo.

Si hoy en día cree en Jesucristo, entonces avanzar hacia adelante solamente significaría aceptar el bautismo en aguas.

Aceptar el bautismo en aguas de Jesucristo, significa que nuestro pecado puede ser inmerso en la preciosa sangre de Jesucristo para poder ser limpiado.

Cuando yo era pastor de la Iglesia del sur de Taichung, hubo una ocasión cuando un estudiante de enfermería vino al Hospital RonZhong al área de recuperación para realizar prácticas médicas, alguien le trajo a los eventos evangelísticos de la iglesia, en una de las reuniones y durante la oración, esta persona recibió el precioso Espíritu Santo, entonces le indicamos que debía recibir el bautismo en agua y así aceptar que Jesucristo le perdonara sus pecados.

Él respondió: “Yo no necesito bautizarme, porque eso es solamente una formalidad de procedimientos, por lo que no hay prisa”

Yo le dije: “Basándonos en lo que la Biblia dice, cree y se bautizado, para poder ser salvo”

Él dijo: “no es necesario bautizarme, eso es algo que ustedes dicen inventado por ustedes mismos, nuestro Dios es amor, yo solo necesito creer en Él para poder salvarme, además, Dios ya me dio su Espíritu Santo.”

Yo nuevamente le hablé diciendo: “En la Biblia está escrito muy claramente, que hay que recibir el bautismo para poder ser salvo, usted no puede decir que no se necesita bautizarse.”

No importa como yo le dijera, el negaba que el bautismo fuera necesario, “Yo ya recibí el Espíritu Santo, Dios ya entró a mi corazón, yo no necesito bautizarme.”

En una ocasión diferente, durante un día de reposo por la tarde, ya había concluido el mensaje y nos disponíamos a orar todos juntos al frente del salón, entre ellos estaba la hermana Zhen Pei-Ling,

cuando ella llegó al frente para orar, también le impusimos manos en oración, y cuando lo hice, note que ella estaba llena de gozo, oraba con mucho fervor y alegría, pues de su rostro brotaba una expresión de bendición y paz, no obstante, transcurridos unos minutos, observé que sus manos que previamente estaban relajadas y que se movían en oración, ahora no se movían, y estaban tensas como queriendo agarrarse de algo con mucha fuerza, antes sus manos estaban rojas, ahora se habían tornado blancas.

Luego, las manos le comenzaron a temblar, sin parar, y no era un movimiento como cuando el Espíritu Santo está moviéndose en una persona, parecía que tuviera frío, y su cuerpo entero se sacudía, al final, descubrimos que sus mandíbulas también le estaban temblando, como cuando alguien se expone al frío extremo, todo su cuerpo parecía extremadamente frío, hasta el rostro se le torno blanco pálido.

Había alguien entre quienes oraban por otros, que estaba a cargo de los servidores, que me dijo: “Vea como se puso Pei-Ling, ¿Qué le está sucediendo?”

Entonces, se fue a orar por ella e imponerle sus manos, pero Pei-Ling siguió igual. Al transcurso del tiempo, comenzó a verse como si alguien le estuviera apretando la garganta, se miraba como ella trataba de emitir sonidos, pero no le salía la voz, cuando estaba en esa lucha, solo emitía gemidos.

Muchos de los servidores presentes acudimos en su ayuda orando por ella e imponiendo manos, orábamos diciendo:

“Aleluya, Aleluya, Señor Jesús ayúdanos y guíanos, danos de tu gracia.”

Después de transcurrido otro momento, ella se comenzó a relajar, y volvió a la normalidad, ya podía pronunciar las palabras “Aleluya, Aleluya”, de pronto, ella gritó diciendo: “¡Señor Jesús!, quiero bautizarme”, nosotros casi nos desmayamos del susto que nos dio al gritar así. ¿Qué estaba realmente sucediendo? Cuando mire el tiempo planeado para oración ya había concluido, así que me apresuré a sonar la campana, como señal para concluir la oración general.

Después de la oración, la hermana estaba que no paraba de llorar, nosotros le preguntamos:

“¿Que te pasó mientras estábamos orando? ¿Cómo es que al final solo escuchamos que gritaste: “¡Señor Jesús, quiero bautizarme!?”

Ella respondió: “Cuando llegué al altar para orar, pude ver al Señor Jesús tomándome de la mano, sentía una paz muy profunda, el Señor me estaba guiando y me decía que me quería llevar a reino de los cielos, no tengo palabras para describir cómo se siente uno al estar junto a Jesús, una paz y calma imperturbables. No había más problemas, ni dificultades, ni preocupaciones.

En el momento en que el Señor Jesús me iba a llevar a Su reino, cuando estaba a dar el paso para seguir a Jesús, de abajo del suelo, de lo profundo, proveniente del infierno salió una mano negra, que me jaló la pierna agarrándola por el calcañar, su intención era jalarme hacia abajo, en ese momento, y de alguna forma inesperada la mano de Jesús se abrió y nos soltamos, me parecía que estaba ocurriéndome algo inimaginable, y ¿Por qué Jesús soltó mi mano?

Comenzamos a descender a una gran velocidad, por lo que mis manos trataban con desesperación de agarrarse de algo, sentía mucho miedo al ir cayendo, entre más bajábamos más frío sentía, hasta hacerme temblar, incluso se llegó a poner tan baja la temperatura, que mis mandíbulas temblaban, era más frío que el hielo.”

Luego la hermana relata que al terminar de descender, se detuvo, luego ella sintió que estaba en el infierno, que según su relato, era un lugar tan profundo, se sintió muy asustada y confundida, se llenó del temor de que no había auxilio para ella, ni sabía que debía hacer.

Estando allí en esas tinieblas, ella sintió como los demonios estaban junto a ella, uno de esos demonios le habló diciendo: “Te tocó el mismo grupo que a mí. Aquí estamos todos temblando con pánico, en espera del juicio de Dios.”

La hermana pensó en su corazón, “¡Quién quiere estar en el mismo grupo que usted!, El Señor Jesús me llevará a su reino de los cielos. Usted y yo pertenecemos a diferentes reinos.”

El demonio, agregó diciendo: “No necesitas ni pronunciarlo, pues como no recibiste el bautismo en agua, no recibiste el perdón de tu pecado, así que los dos sí pertenecemos al mismo reino.”

Ella le respondió al demonio: “No quiero pertenecer al mismo reino que usted.”

El demonio replico: “Dado que no obtuviste el perdón de tus pecados, entonces simplemente estás bajo mi poder e influencia.”

El demonio incluso llegó a citarle la Biblia, señalándole el pasaje del 1ª. Carta de Juan capítulo 5 verso 19

“Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno”.

El demonio agregó: “¿acaso nunca leíste la Biblia?, el mundo entero está en mis manos, y dado que tus pecados no fueron redimidos, entonces perteneces a mí.”

Nuestra hermana Pei Ling decía sin cesar: “No, no quiero, no quiero pertenecer al mismo reino que usted” empezó a gritar: “Señor Jesús, ayúdame.”

Ella comenzó a gritar, para ese instante, el demonio le agarró por la garganta, para que no salieran sus gritos, ella pensaba en clamar al Señor Jesús que la salvara, pero no le salían los gritos, porque la estaban estrangulando.

Su corazón estaba tan oprimido, tan angustiado, “Señor, yo no quiero, lo que quiero es ir al cielo, sálvame.”

El demonio le dijo: “No te bautizaste, tus pecados no fueron perdonados, así que estás conmigo en el mismo reino conmigo.”

La hermana se sentía tan oprimida en su corazón, que clamaba al Señor Jesús diciendo: “¡Señor!, quiero bautizarme en agua, me quiero bautizar.”

Pero la voz de sus gritos no le salía, solamente se escuchaban gemidos lastimeros.

Después del momento que la hermana tomó la determinación en su corazón, ella le dijo al Señor Jesús: “Yo quiero bautizarme en agua.”

La hermana nos dijo que para cuando nosotros oramos por ella imponiéndole manos, ella comenzó a sentir que su cuerpo entraba en calor, así como también sintió un poco de alivio.

Luego de eso, ella vio cómo se abría por encima de ella, una especie de cielo, de ese cielo entraron dos rayos de luz que se enfocaron en las manos del demonio que la estaban ahorcando por la garganta, las manos del demonio se abrieron, soltándola.

El resplandor de la santidad y blancura del Señor Jesucristo, sus santas manos, entraron al infierno para levantar a la hermana, mientras pronunciaba: “ella ya quiere bautizarse en agua, por lo que ya me pertenece, y nadie puede calificarla de pecado.”

La hermana estando en medio de las tinieblas había clamado con gran voz: “Señor Jesús, quiero bautizarme en agua.”

La experiencia de la visión le conmovió profundamente, por lo que ella lloraba sin parar, y decía: “yo quiero bautizarme, no importa que antes yo haya dicho que no quería bautizarme en agua, yo ya determiné que tengo y quiero bautizarme.”

Agradecemos mucho al Señor Jesús, pues en esa oportunidad nuestra hermana acepto recibir el bautismo en agua, en la iglesia del occidente de Taichung, allí se bautizó.

Jesucristo dijo: “El que crea y sea bautizado, será salvo”

Suponiendo que alguien no quiere recibir el bautismo, entonces el pecado de la persona permanece sobre él. Así que el bautismo en agua absolutamente no es solo un procedimiento para cumplir un requisito para ingresar a ser parte de una religión, no es eso, en absoluto.

El bautismo en agua no es una actividad simbólica por la que se reconoce a Jesús como Señor y Salvador, el bautismo no es eso.

El Libro de los Hechos capítulo 2 y verso 38 lo expresa diciendo que el bautismo es para el perdón de nuestros pecados:

“Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el Nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.”

Por tanto, sin importar que los invitados del día de hoy atiendan lo servicios de La Verdadera Iglesia de Jesús durante mucho tiempo, 3 años, 30 años, y que usted exprese que no tiene prisa, y solamente diga que no acepta el bautismo en agua, mientras no se bautice, su pecado no ha sido perdonado, y usted no tiene parte con Jesucristo.

Sin importar si usted ya recibió o no el Espíritu Santo, si usted no acepta el bautizarse en agua, entonces su pecado aún no ha sido perdonado, y aún permanece dentro del dominio del maligno.

De acuerdo a las enseñanzas de la Biblia, y también de acuerdo al entendimiento y guía que Dios ha dado a nuestros hermanos y hermanas, al nosotros aceptar a Jesucristo y recibir el bautismo en agua alcanzamos el perdón de nuestros pecados.

Al estar nuestros pecados perdonados, nosotros le pertenecemos a Dios, y tenemos la garantía de la salvación de nuestra alma.

Veamos nuevamente el Libro de los Hechos capítulo 22 y verso 16:

“Ahora pues, ¿Por qué te detienes? Levántate y Bautízate, y lava tus pecados invocando su Nombre”

¿Qué razón hay, que le hace a usted no atreverse a tomar esta decisión, que le hace decir en cada oportunidad, que quiere esperar?, ¿que va a esperar?

Nuestra existencia no está en nuestras manos, sino porque Dios lo permite es que nosotros podemos aún existir, y también el tener la oportunidad de recibir el bautismo de Jesucristo, aquí el siervo de Dios, Pablo hace un llamado urgente a todos diciendo: “¿porque todavía lo posponen? Dado que usted entiende, y cree en Jesús, sabe que recibiendo el bautismo en agua permite que sus pecados sean perdonados, entonces ¿Por qué todavía lo pospone?

Nosotros ahora mismo vamos a tomar una decisión, en el Nombre del Señor Jesús, de recibir el bautismo en la preciosa sangre de Jesucristo, y permitir que sean lavados nuestros pecados.

Esta es la enseñanza de Creer y ser Bautizado para ser salvo.

Que el Dios de los cielos, a través de nuestra fe, nos imparta de la gracia de la bendición de la vida eterna.

Hasta aquí el testimonio de esta noche.

altQuién es Jesús

Iglesia de Taipei, Taiwan.  (23 de Octubre 2002)


Pedro en representación de los doce discípulos de Jesucristo respondió: “Tu eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”.

¡Aleluya! En el santo nombre de Jesús testifico en este lugar, Ayer mencionamos que lo más importante para el hombre en su existencia temporal sobre la tierra, es buscar al verdadero Dios.

Veamos detenidamente a la sociedad contemporánea de Taiwán, el número de dioses que la gente adora aquí sobrepasa las decenas. Cada religión tiene un objeto al que rinden culto de adoración.

Entre todos los dioses que son honrados por la gente, ¿habrá alguno que verdaderamente sea dios?

¿Ha hecho usted una investigación concienzuda al respecto? Y ¿Cuál es el origen de esos dioses y su trasfondo? Es incorrecto que lo valioso de una religión esté en el objeto que adoramos.

Lo valioso de una religión está en la clase de mensaje que el objeto de nuestra adoración nos trae.

Si ese mensaje corresponde con la naturaleza del hombre, y si es de acuerdo a los valores morales normales. Yo creo que esta es la clase de religión que buscamos, y estas son las preguntas que debemos considerar antes de entrar a una religión.

En el Cristianismo, el objeto de la adoración es Jesucristo, ¿Quién es Jesucristo?

Esta misma pregunta la hizo Jesús a muchas personas, cuando vino al mundo a compartir sus enseñanzas, por ejemplo, de acuerdo al contenido del texto en Mateo 16:13 en adelante, Jesús hizo una pregunta a sus discípulos, a los que previamente había enviado a predicar, ¿Quién es el Hijo del Hombre, según ellos?

Los discípulos de Jesús le respondieron: “Cuando fuimos a predicar tus enseñanzas, algunas personas decían que el Hijo del Hombre es Juan el Bautista”.

Juan bautizaba con agua, antecediendo y preparando el camino para Jesucristo. También otros discípulos decían: “Mucha gente dice que tú eres el profeta Elías, que ha regresado. Y otros dicen que eres uno de los profetas del Antiguo Testamento que ha vuelto.”

Jesucristo después de escucharlos, avanzó un poco más en sus preguntas, “Ahora, sin importar lo que ellos digan de mí, ustedes que han estado conmigo todo este tiempo,  ¿Quién dicen ustedes que soy yo?

En ese momento, Pedro en representación de los doce discípulos de Jesucristo respondió: “Tu eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”.

 “Cristo” es la traducción al griego de una palabra, significa El Ungido, El Señor y Salvador del mundo”. Por lo que Pedro respondió a Jesús: “Tú eres el Salvador del mundo.

¿Es verdaderamente Jesucristo el Señor y Salvador del mundo?

¿Es verdaderamente Jesucristo el Salvador de nuestra alma?

¿Desde qué clase de perspectiva queremos entender que Jesucristo es el Salvador de nuestras almas?

Yo pienso que vamos a entender a Dios, Jesucristo, desde el punto de vista de las profecías.

Vamos todos a ver un texto de la Biblia,

Veamos 2da. Carta de Pedro, el capítulo 1, empezando por el verso 19:

“Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca, y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones;

 (20) entendiendo primero esto que ninguna profecía de la escritura es de interpretación privada,”

Aquí primero debemos comprender que es una profecía.

Lo que la gente entiende por profecía es algo que aún no acontece, y que se predice con claridad. No obstante, en el idioma de la Biblia, se le añade mucha seriedad a la definición de esta palabra.

En este pasaje de la Biblia se indica que las profecías son el efecto del mover del Espíritu de Dios, hablando en representación de Dios, aquellas cosas que Él quiere que la gente entienda.

Y ¿Qué clase de cosas son las que el verdadero Dios de los cielos quiere que entendamos?

Esto es que el Espíritu Santo movió a las personas, permitiéndoles hablar la palabra de Dios a través de ellos. También en este pasaje de la Biblia menciona que las profecías no son de interpretación particular o privada. Si son palabras expresadas por Dios absolutamente no pueden contener ideas de los hombres.

Lo segundo que queremos mencionar es en relación a dos características muy importantes de las profecías de Dios.

El versículo 19 comienza diciendo

“Tenemos también la palabra profética más segura…”

Los profetas son quienes representan la palabra de Dios, también son quienes reciben la inspiración por el Espíritu de Dios, y hablan en vez de Dios.

Aquí dice que los que hablaron las palabras de Dios, lo hicieron en forma de profecías muy claras, la primera característica de las profecías de Dios es la claridad y no pueden ser ambiguas o de diversas interpretaciones.

En Taiwán entre los objetos de veneración, están las deidades del Budismo Zen, pero ¿Cuáles son los orígenes de esos dioses?

Observemos la explicación que dan: durante la dinastía Sóng, habían tres amigos que deseaban ir a  examinarse a la ciudad capital de China. (En esa época la gente que vivía en las provincias y deseaba obtener un puesto en el gobierno, tenía que ir a la capital para examinarse, la costumbre era consultar a los adivinos para saber el futuro) Ninguno de los 3 amigos conocía la suerte o predicción, de quién aprobaría los exámenes.

Cuando estaban viajando apresuradamente, al lado del camino, encontraron a un hombre, era un monje Budista, que vivía conforme a las enseñanzas de su doctrina.

Los tres amigos muy devotamente le preguntaron al monje respecto al resultado de su viaje a la ciudad capital.

El monje quien al principio tenía los ojos cerrados, y la cabeza agachada, levantó la cabeza y abrió los ojos, sin pronunciar palabras, levantó la mano, con un dedo señalando hacía arriba. Los tres amigos afirmando con sus cabezas dijeron: “entendemos”.

Ahora, les pregunto, si usted fuera uno de los tres amigos, ¿Cuál hubiera sido su pensamiento?

La primera forma de pensar es que los tres iban a aprobar los exámenes.

La segunda es que uno de los tres no iba a pasar los exámenes.

La tercera, es que solamente uno de los tres aprobaría los exámenes.

Y finalmente la cuarta opción, es que ninguno de ellos pasaría los exámenes.

Con una indicación de la cabeza, podía lograr el entender.

Ahora, les pregunto: ¿aparte de estas cuatro posibles situaciones para estos tres amigos, existirá alguna más?

Absolutamente no había más posibilidades.

Si el resultado del examen es que solamente uno aprueba, quién lo logra, piensa en su corazón que la predicción del monje de que solamente uno pasaría el examen fue verdaderamente exacta.

Como en esta clase de respuestas ambiguas, y de variadas posibilidades, no son las que Dios da. Cuando se trata de una profecía de Dios, no dice que a lo mejor esto también podría pasar, o aquello otro quizá también sea posible.

El segundo aspecto de las profecías, es que debemos de prestarles atención, pero ¿durante cuánto tiempo debemos prestarles atención?

Hasta que la profecía se cumpla o se realice en el transcurso de nuestra vida. Por lo que de esto sabemos que el segundo requisito de una verdadera profecía es que el tiempo la probará.

Por ejemplo, si yo le dijera que en un momento alguien le va a golpear, es algo que acontecerá en el futuro, pero yo no mencioné el tiempo, aunque es algo que pasará en el futuro, no es una profecía.

La razón es que en mi poder está el manipular el factor tiempo, por lo que esto no cuenta como profecía.

Por lo tanto, lo mejor es que las profecías sean dichas por un individuo pero que su cumplimiento no esté limitado al tiempo de vida de quien las dijo. Tiene que transcurrir un periodo de tiempo, en que son puestas a prueba, luego se cumplen en el tiempo de vida de los seres humanos, cuando es así, se cuentan como profecías de Dios.

Ahora, entendamos al Salvador de nuestras almas, Jesucristo, desde el punto de vista de las profecías que usa la Biblia. Examinemos minuciosamente quién es realmente Jesús.

Por favor veamos el evangelio de Mateo capítulo 1, verso 18:

“El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo.

(19) José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente.

(20) Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.

(21) Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús, porque Él salvará a su pueblo de sus pecados.

(22) Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor, por medio del profeta, cuando dijo:

(23) “He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros”.

En este pasaje de la Escritura se registra el proceso del nacimiento de Jesucristo. En este pasaje también se puede ver muy claramente que el nacimiento de Jesucristo es de acuerdo con lo dicho anticipadamente por los profetas de Dios.

Para empezar, hablemos sobre el primer tema, Jesucristo vino a este mundo de una forma que no era la común. La Biblia deja constancia de que había una mujer que no había sido desposada aún, una virgen que quedaría embarazada.

¿A través de qué profeta el Dios de los cielos, el verdadero Dios, expresó ese pasaje de la Escritura?

En caso le interese, puede ver el Libro de Isaías, capítulo 7 verso 14.

Aquí, Dios a través del profeta Isaías habló una profecía que se cumpliría en el futuro.

Aquí en esta escritura, nuestro Dios en los cielos dice que habrá una mujer virgen, o que no había convivido con su marido, y que quedaría embarazada y daría a luz un hijo. Y el nombre por el que la gente le conocería es “Emanuel”.

El Dios a quien adoramos es el creador de todo, el mundo que habitamos existe porque Él lo creo. Nosotros, la humanidad, existimos por causa de que el Todopoderoso Dios nos creó.

Por tanto el Dios de los cielos tiene poder absoluto en el mundo de los hombres.

Ayer mencioné que el hombre en muchas ocasiones no tiene poder para elegir.

Pero, el Dios de los cielos, dado que es el Dios de la humanidad, tiene bajo su control la historia del hombre, y por eso, en la historia, Él tiene autoridad absoluta, para absolutamente  elegir.

Aquí, hemos visto que el Dios de los cielos dice que en el futuro Él vendría a nacer en esta tierra y la manera en que vendría, nos iba a parecer una forma imposible. Una mujer virgen que sin conocer hombre alguno quedaría embarazada y daría a luz un hijo.

Estas frases se basan en lo dicho por el profeta Isaías. Debemos conocer que el Libro de Isaías fue escrito unos 800 años antes del nacimiento de Jesucristo. Para nosotros la distancia en el tiempo es de un poco más de hace 2800 años la fecha en que Dios a través del profeta Isaías anuncio la profecía.

En esa época la biología como ciencia no estaba tan desarrollada, y por ello, en un tiempo así, se anunció que habría un nacimiento de esa forma, por lo que con plena seguridad la gente lo consideraba como algo imposible.

O quizá la gente que vivía en ese tiempo, asumió que el profeta tendría problemas mentales, pero transcurridos 800 años, la profecía pasó la prueba del tiempo, y cuando el Dios de los cielos vino a nacer a este mundo, Él, adicionalmente reveló esto a otro de sus siervos, Mateo.

Por eso en el Evangelio de Mateo, él tuvo cuidado de escribir la revelación donde se cita la profecía dada por el profeta en el Antiguo Testamento.

Debemos comprender que la época de estos dos autores dista 800 años, el trasfondo cultural, los conceptos sobre el nacimiento eran totalmente diferentes. Claro que también la profesión de cada uno de ellos era diferente.

La profesión de Mateo era lo que en el mundo actual es un empleado de recaudación fiscal. Isaías en su época,  era un alto oficial durante la dinastía de varios reyes de Israel.

Así que sus conceptos de vida, el trasfondo de la misma, el trasfondo de la época, tienen una gran diferencia. Pero ambos dieron testimonio del mismo hecho, aunque había 800 años de distancia entre ellos.

Esta forma de nacimiento, es hasta nuestros días algo inigualable, nadie más ha nacido de esa manera.

Podemos comprender aquí, que las circunstancias en que nació Jesucristo comparado a las nuestras son diferentes. Porque Él nació como resultado del mover del Espíritu Santo a través de una mujer virgen, que no había conocido varón,  dando a luz un ser que no tenía pecado, Dios hecho carne.

Nosotros en comparación, después del matrimonio, cuando los esposos han tenido relaciones sexuales, se concibe y se da a luz, por lo que el estado en que nacemos es diferente.

Correctamente es porque su nacimiento fue sin pecado. Solo de esa manera podía él estar calificado para sustituir al hombre y llevar los pecados de la humanidad.

El primer punto a entender es la forma del nacimiento de Jesucristo es una forma de profecía. Es un hecho sin comparación, absolutamente no existe una segunda persona que viniera a nacer de la misma forma.

El segundo punto a entender es, que en este fragmento del texto vemos la profecía de Isaías, que en el futuro Dios vendría a nacer en este mundo y que sería llamado: “Emanuel”.

Habiendo visto hasta aquí alguien podría decir que la Biblia produce contradicciones. ¿Acaso ustedes cuando presentan a Dios, no le llaman Jesús?

En el verso 21 los ángeles revelan a sus padres terrenales que al niño deberán darle el nombre de Jesús. Entonces, ¿Por qué en la época del Antiguo Testamento el profeta de Dios, cuando revela la profecía dijo que su nombre sería llamado Emanuel?

Podemos decir, cada uno de nosotros que vivimos en este mundo carecemos de la potestad de elegir un nombre por nosotros mismos, antes de nacer. Nuestros nombres son dados por nuestros padres, nuestros abuelos o antepasados ya han elegido por nosotros.

Entre cada uno de los presentes, ¿habrá alguien que antes de haber nacido, haya informado a sus padres el nombre que quería tener?

Definitivamente no existe tal cosa.

Conforme al anhelo de nuestros padres, sin importar si nos gustaría o no, o si estábamos de acuerdo o no, de cualquier forma, así como ellos nos pusieron, así nos llamamos.

Por ejemplo, cuando yo estudié la escuela primaria, había un compañero de clase que se llamaba “Luo Ya-Zou” y cada vez que alguien llamaba su nombre, él se molestaba mucho. La razón es que su nombre suena muy parecido a la palabra “cucaracha” pronunciado en taiwanés. Al final era el nombre que sus padres le dieron, así que no había solución para eso.

En la iglesia de la Puerta del Sur hay un hermano que se apellida “Kan”, el decidió llamar a su hijo “Kan Gu-lí”. Ciertamente el nombre que escogió no tiene nada de negativo, pero cada vez que el maestro llama su nombre, el niño se enoja mucho, lo que sucede, es que este nombre suena muy parecido a la palabra que significa “retrasado mental” en japonés, para esta situación tampoco hay salida, puesto que de sus padres recibió ese nombre.

Mencionándolo otra vez, a cada uno de nosotros, los nombres nos han sido dados por otros, no tenemos la calidad de ir y elegir, no tenemos la potestad para ir y hacer esa decisión.

Pero el primer aspecto que diremos es que sabemos que Dios eligió su propio nombre.

800 años antes del tiempo en que vendría a nacer a este mundo, él dijo: “Mi nombre es Emanuel”

Cuando el tiempo de venir a nacer en este mundo se acercaba, primero él envió a los ángeles para avisar a sus padres terrenales que su nombre era Jesús.

No hay contradicción entre el nombre de Jesús y Emanuel.

Ayer incluso me reuní con Diacono Xü (3執事) y con Diacono Xiao (1執事) en la habitación pastoral, para tratar el tema del problema de las traducciones.

El Nuevo Testamento fue escrito en idioma griego, por lo que la palabra “Jesús” es el sonido de la pronunciación en griego,

¿Pero qué significado tiene esa palabra?

El significado de la palabra “Jesús” es:

“Dios vino a este mundo para estar con nosotros, estando nosotros en la maldad del pecado el vino para sacarnos a su salvación.”

La palabra “Emanuel” es la pronunciación en hebreo. El Antiguo Testamento de la Biblia, por haber sido escrito en otra época, utiliza un idioma diferente del griego.

Entonces, el Antiguo Testamento de la Biblia fue escrito en hebreo. La palabra Emanuel es la pronunciación en hebreo, y lo que significa está escrito claramente en la Biblia.

El versículo 23 menciona que el significado de “Emanuel” es: “Dios con nosotros”.

En el mundo existen tantos diferentes grupos étnicos, queriendo expresar el mismo significado, pero utilizan sonidos diferentes, propios de cada grupo.

Por ejemplo, en español decimos “gracias”, en idioma taiwanés se dice “duo-xia”, pero cuando se traduce del taiwanés al mandarín se pronuncian “duo-xie”, aunque se escribe igual, la pronunciación es diferente.

En Indonesia para decir gracias se dice: “Terima-Kasih”, pero si esta misma palabra se traduce al mandarín, el significado es: “regañarte hasta morir”. Aunque originalmente la palabra significa “gracias” al traducirse el equivalente a las letras usadas en ambos idiomas, al final el significado cambia totalmente.

Cuando se escribe el sonido que usan los coreanos para decir gracias, usando caracteres chinos, y luego los lee alguien que no conoce nada de idioma coreano, entonces leería las palabras: “Caña y azúcar- Melón”

Se nota que al escribir los sonidos en chino, ahora representan una idea escrita diferente, pero lo que se quiso decir, “gracias” sigue siendo el mismo significado, aunque se pronuncie distinto.

Por lo tanto, la palabra “Jesús” es el sonido pronunciado en griego, mientras que “Emanuel” es el sonido pronunciado en hebreo, el significado de ambos términos es exactamente igual. Ambas palabras se refieren a lo mismo, que el Dios de los cielos vendría a nacer a este mundo y estaría con nosotros, después nos sacaría de la maldad del pecado a su salvación. 

Lo que hemos hablado hasta ahora es el segundo punto, que Dios sabiendo que vendría a nacer en este mundo, decidió el nombre por el que sería conocido.

La mayoría de personas no tenemos la cualidad ni el poder, mucho menos la capacidad  para realizar algo así.

Conversemos sobre el tercer punto, miremos El Evangelio de Mateo capítulo 2 del verso 1 al 6.

“Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos sabios (algunas versiones traducen magos),

(2) diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle.

(3) Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él.

(4) Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo.

(5) Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta:

(6) “Y tú, Belén, de la tierra de Judá, No eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; Porque de ti saldrá un guiador, Que apacentará a mi pueblo Israel.”

En este pasaje de la Escritura se registran los detalles del nacimiento de Jesús, en el tiempo en que iba a nacer, el territorio de Judá fue asignado al Rey Herodes, esa época era del dominio del Imperio Romano, y el Israel de la actualidad estaba en ese tiempo bajo la administración del Rey Herodes.

Cuando Jesús iba a nacer en la tierra, podemos ver en el texto que leímos que dice: un rey iba a nacer en el mundo.

Cuando el asignado Rey Herodes lo escuchó, se perturbó, porque había alguien que vendría a quitarle su trono.

Por eso el Rey Herodes convocó a los principales sacerdotes, y los escribas, los entendidos en las Escrituras, y les preguntó acerca de ese Rey, el Ungido de Dios, el salvador del alma del hombre, ¿en dónde iba a nacer?

La respuesta fue definitiva, verso 5 y 6 lo detallan: “Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta: (6) Y tú, Belén, de la tierra de Judá, no eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; porque de ti saldrá un guiador, que apacentará a mi pueblo Israel”

Aquí el testimonio escrito dice que los escribas, y entendidos en las escrituras respondieron de forma definitiva diciendo al Rey Herodes que sería en Belén de Judá el lugar donde nacería el Mesías o Ungido de Dios. Ellos lo dedujeron así, pues Dios lo había anunciado previamente por sus profetas.

El verso 6, está la confirmación de la profecía dada en el Antiguo Testamento en el Libro de Miqueas capítulo 5 versículo 2.

El Libro de Miqueas es la revelación que Dios dio unos 750 años antes que Jesucristo naciera, la revelación del profeta Miqueas anunció lo dicho por Dios.

Después transcurrieron 750 años, basado en el lugar que él había escogido para nacer, así aconteció.

Ayer pregunté en qué lugar querríamos nosotros estar, en qué país, en qué familia nos gustaría nacer, en todas estas cosas no tenemos la cualidad para poder elegir.

Cuando usted es americano, entonces simplemente es americano, si usted es africano, pues africano es, en esto no tenemos potestad en absoluto.

Pero, el verdadero Dios del cielo, Él puede elegir en que tiempo nacer, en qué país, y en qué dirección.

Nacido uno en Taiwán, cuando viaja al extranjero, en ocasiones puede percibir como que careciera de una identidad reconocida como nación.

Un pastor taiwanés nos compartió su experiencia. Él viajó hasta Hong Kong para pasar de allí a la provincia de Shenzheng, en China Continental. Al partir de Taiwán usó el pasaporte de la República de China en Taiwán, y cuando estaba a punto de ingresar a través del puesto de control migratorio chino, debía llenar un formulario de ingreso, luego guardó su pasaporte en la bolsa pues pensó que ya no lo utilizaría.

En el formulario le preguntaban de que nacionalidad era, el Pastor pensó dentro de sí, que siendo su pasaporte taiwanés debía escribir República de China en Taiwán, no se le ocurrió que cuando el formulario pasara por las manos de migración, le regañarían terriblemente.

El oficial de migración le dijo: “¿Cómo que República de China?, ¿República de qué?, (lo que sucedió por escribir tan rápido que el carácter chino que significa República, no era legible, además la misma palabra tiene un contraste con la palabra perro.)   ¡Usted es un perro!” fue lo que le dijo el oficial.

Fue un momento humillante, en ese instante pensó que no tenía dignidad el ser taiwanés. Otros podrían vernos y compararnos con los perros. Sin otra salida, el Pastor tuvo que re-escribir en la parte de nacionalidad: “Taiwán provincia de China Continental”. Solo así lo dejaron pasar. (El conflicto es que el Gobierno de China Continental al igual que algunos países, no reconocen a Taiwán como un país soberano e independiente)

Cuando el pastor nos contó esta historia yo me acorde de otra situación.

Yo tuve la experiencia de visitar Israel, partiendo del aeropuerto del Cairo en Egipto siguiendo el viaje en autobús hasta llegar a Israel.

En el avión pude observar a muchas personas del Medio-Oriente, algunos llevaban sombreros blancos en sus cabezas, distintivo de su denominación musulmana, otros vestían con sandalias de paja, ellos iban en vuelo de conexión de Dubái y por eso debían pasar por allí.

En el aeropuerto del Cairo había que hacer cola para salir por migración, pude ver que los oficiales ni siquiera levantaban la cabeza para ver a la gente, luego de comprobar que los pasaportes tuvieran la visa simplemente seguían, los oficiales de migración fácilmente dejaban  pasar a la gente.

Los de mi grupo hicimos cola en la primera fila y yo estaba de primero, la gente que iba delante de mí, los de apariencia no muy atractiva, con sandalias de paja, ellos ya habían pasado sin problemas. Así que tome mi pasaporte taiwanés y pasé, cuando el oficial miró el pasaporte inmediatamente levantó la cabeza y dijo: “¡Guau! Taiwán es un país muy rico” entonces tomó mi pasaporte y lo llevó a una pequeña habitación, porque quería cobrar el impuesto, en ese momento me sentía muy orgulloso de mi país y al mismo tiempo no tenía otra opción. Pensé que no estaba nada mal ser un ciudadano de Taiwán. Así les pasa a los países ricos, no hay otra opción sino el pagar. Habiendo nacido en este país, la gente quería aprovechar la oportunidad de recibir el dinero simplemente.

Pero de qué sirve tener el dinero, cuando alguna gente menosprecia a nuestro país.

Al llegar a Cairo todavía tenía que pagar impuestos, todo eso era algo ya establecido, nosotros no tenemos potestad para elegir eso.

El Dios de los cielos tiene el poder absoluto para elegir. Él eligió en dónde nacer y allí nació.

Si tomamos en cuenta el testimonio del Evangelio de Lucas capítulo 2 versículo 1 originalmente los padres de Jesús no vivían en Belén. Aunque efectivamente ese lugar es parte de la nación israelita, ellos eran de Galilea y vivían en Nazaret.

En el tiempo que Jesús nació, Augusto César Emperador romano cambió al gobernador de Siria, nombrando a Cirenio, de todo esto se guarda un registro fiel en la Biblia.

Como nuevo oficial a cargo, lo primero que hizo fue realizar un censo, queriendo saber el tamaño de la población bajo su cargo, por lo que ordenó que todos debían volver a sus lugares de origen para empadronarse.

En ese tiempo, los padres terrenales de Jesús, por causa del decreto, desde Nazaret regresaron a Belén de Judá, cuando iban de camino en Belén, estando en una posada, Jesús nació en un pesebre, pues no había lugar adentro de la posada.

Aunque Jesucristo nació en Belén, el lugar donde creció fue Nazaret, por lo que fue llamado Jesús nazareno.

Si en ese tiempo no se da el decreto oficial, Jesús posiblemente no hubiera nacido en Belén, y entonces no fuera necesario creer en la Biblia, pues Dios habría mentido, y la profecía no se habría cumplido.

Pero aunque la profecía fue dada por Dios, Dios tomo la iniciativa de acuerdo al tiempo adecuado.

Cuando llegó el tiempo elegido para su nacimiento en un lugar que está en el Medio Oriente, Israel, en Belén.

Hoy nosotros conocemos al Dios de los cielos que vino a nacer, conociéndolo desde la perspectiva humana, Él es un hombre del Medio-Oriente, si Jesús hubiera elegido como lugar de nacimiento a Taiwán, entonces Él Dios que conocemos hoy fuera taiwanés. Claro que si hubiera determinado nacer en un país de África, entonces sería africano.

Por lo que no podemos decir que Jesús es el Dios que adoran los extranjeros, y que los taiwaneses tienen sus propios dioses taiwaneses, esta manera de hablar es incorrecta. 

Hablemos sobre la cuarta profecía, por favor veamos el Libro de Isaías capítulo 53.

En esta profecía Dios menciona que en el futuro, Dios vendría a nacer tomando forma de cuerpo de carne y hueso.

Isaías 53: del 4 al 6, dice:

“Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.

(5) Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.

(6) Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.”

Prestemos especial atención a estos versos, el punto primordial es que antes que Dios viniera a este mundo, anunció claramente lo que habría de hacer.

Diciéndolo de forma sencilla, ¿Cuál era el propósito de Jesús al venir a nacer a este mundo?

Él llevaría nuestros pecados, transformándose en el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo,

El verso 6 menciona que somos semejantes a ovejas que se han descarriado del camino, pero Dios quiere poner el pecado nuestro sobre el cuerpo de Jesús, sustituyéndonos en llevar nuestro pecado, esto es lo que Dios anunció 800 años antes como su objetivo para venir a nacer.

Todos nosotros hemos experimentado la niñez, yo recuerdo que de pequeño en la escuela me hicieron escribir un texto llamado “Lo que quiero ser en la vida”,

Quizás entre los presentes haya varios que tuvieron la misma experiencia, tener que escribir sobre lo que queríamos hacer al llegar a ser adultos. El maestro leía la composición de cada uno en voz alta. Descubríamos así que las aspiraciones de cada uno eran muy ambiciosas. Algunos querían llegar a ser presidente la nación, otros querían ser científicos, doctores, abogados, entre esas composiciones había una que llamó mucho la atención del maestro, era de un compañero que decía que al crecer se convertiría en recogedor de basura, o sea recolectar desechos y busca cosas para reciclar. El maestro dijo al compañero: “¿Cómo puedes ser una persona sin ambiciones en la vida? Tienes que aspirar a algo mejor”,

El maestro preguntó al niño por qué quería ser un recogedor de basura, el compañero respondió que en su casa se dedicaban a la agricultura, trabajaban en el campo todos los días y después de las clases tenía que ayudar a llevar los desperdicios de comida al campo de siembra, para preparar abono orgánico, y todos los días le tocaba hacer lo mismo, por lo que pensaba que al crecer tendría que continuar así, no había otra opción para cuando creciera. El maestro lo regañó diciéndole que era un mediocre. Pero a tan corta edad como se puede decir que sea una persona sin ambiciones.

Ahora, este mi compañero de estudios abrió una panadería, gerente de su propio negocio, cuando quiero comprar pan me voy a buscarlo, él me da descuento, él es muy feliz y yo también.

Nosotros incluso no logramos hacer realidad lo que escribimos de pequeños, pero el Dios de los cielos, Jesucristo, con 800 años de anticipación lo dijo “Yo seré el cordero que quita el pecado del mundo”. Plenamente hablando, Él nos sustituiría en la muerte. No vino a que le sirviéramos, vino para reinar sobre nosotros.

En el Evangelio de Juan capítulo 1 versículo 29, cuando el profeta enviado para preparar el camino para Jesús, Juan el Bautista, le vio por primera vez ¿Qué fue lo que dijo? El expresó: “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”,

Jesucristo, Dios, ya había dicho el propósito de su venida, sustituirnos en la muerte, morir por nuestros pecados, llevar sobre sí nuestro pecado, de acuerdo a su profecía, el vino a este mundo ciertamente para ser clavado y morir en una cruz.

Punto # 5. La muerte de Jesucristo era algo ya determinado de antemano.

Leamos Isaías capítulo 53 versículo 9:

“Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.”

En esta profecía, Jesucristo, Dios hecho carne, al sustituirnos en la muerte, se cumplían dos aspectos de la profecía.

El primer aspecto, se le asignó un sepulcro con los malvados, y murió entre los malhechores.

Conforme al testimonio de la Biblia,  cuando Jesús fue clavado en la cruz, a ambos lados estaban dos ladrones, eran criminales, gente malvada. Jesucristo no tenía pecado, pero por nosotros fue puesto junto con los malvados siendo condenado a ser clavado en la cruz.

El segundo aspecto, cuando murió, fue sepultado en el sepulcro de los ricos. ¿Verdaderamente Jesucristo fue sepultado entre los ricos?

Leamos en Evangelio de Mateo capítulo 27 verso 57: “cuando llegó la noche, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, que también había sido discípulo de Jesús…”

Cuando llegó el momento para que Jesucristo fuera sepultado, José de Arimatea apareció, la Biblia especialmente da testimonio que era un hombre rico, Dios inspiró al profeta Isaías para anunciarlo en la profecía,  y Mateo dejó testimonio de esto, a través del registro en su relato de lo acontecido. Jesucristo fue sepultado en la tumba de un hombre rico. 

Claro que después de pasados 3 días, conforme a lo que anunció en sus enseñanzas, Él resucitó y ascendió a los cielos.

Desde el inicio lo hemos venido diciendo, la forma en que Dios vendría a este mundo fue establecida por Él mismo, un hecho sin paralelo, naciendo de una virgen que nunca había conocido varón.

El nombre que usaría Dios al venir a este mundo, fue anunciado con 800 años de anticipación.

Dios puede elegir en qué país vendría a nacer.

Dios anunció que el objetivo de su labor  era el sustituirnos en la muerte. Anunció: “En el futuro cuando sea clavado en la cruz, mi cuerpo será sepultado en el sepulcro de los ricos.”

Todo esto fue determinado 800 años antes de venir a nacer en este mundo.

Cuando pasó la prueba del tiempo, cuando Dios determinó que el tiempo se había cumplido, entonces vino.

Conforme a sus profecías anunciadas, todo se cumplió en nuestro mundo actual.

Desde el inicio de la historia humana, sobre los cielos, y debajo de las aguas, escudriñando en la historia de cada uno, ¿habrá alguien que se asemeje a Jesucristo?

En la Universidad de Harvard en Estados Unidos, un especialista en Estadística hizo un estudio. 

Primero respecto a las profecías dichas, el que se cumplan en el futuro de un ser humano, como las expresadas respecto a Jesucristo, realmente ¿Cuál es la probabilidad de que en este mundo pueda esto acontecer?

Él explicó después de hacer el cálculo estadístico, que la probabilidad es de 0. Seguido de 17 ceros, luego al final un número 1, de probabilidades que algo así pueda acontecer.

Pero al expresarlo así, todos perciben que no es entendible, ¿Qué significan estos números?

El profesor prosiguió explicando, dijo que si cambiáramos esta cifra por monedas de centavo, y entre todas ellas, habría una con una marca, luego las dejaríamos caer sobre un área del tamaño del estado de Texas en Estados Unidos, las monedas sobre el terreno llegarían a una altura de 60 cm, en todo el Estado de Texas. Si las mismas monedas se dejaran caer desde el aire sobre una ciudad como Taipéi, en Taiwán, estas superarían sobre el terreno el metro de altura, la cantidad de monedas es 1 seguido de 17 ceros, entre todas esas monedas solamente existiría UNA qué tendría una marca especial. Habría que poner a alguien con los ojos cubiertos y permitirle buscar al azar, luego deberá recoger una sola moneda, la probabilidad que esta persona elija la moneda con la marca especial, es la misma probabilidad que acontezcan los eventos predichos en la profecía anunciada para la vida de Jesucristo.

Por eso dije, que en toda la historia humana, sobre los cielos, y debajo de los mares, escudriñando en la historia de cada uno, usted puede investigarlo. Únicamente Jesucristo experimento el 100% del cumplimiento de la profecía, y solamente Jesucristo vino a nacer de esa forma.

¿Verdaderamente, quién es Él?

Suponiendo que no fuera el Dios del cielo, naciendo en este mundo en forma de carne ¿entonces quién sería Él?

Por ultimo veamos el Evangelio de Juan capítulo 1 versículo 1, el 14, y la segunda parte del 17:

“(1) En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.

(14) Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre) lleno de gracia y de verdad.

(17)…pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo”

La Biblia claramente deja constancia de la revelación que Dios otorgó a la humanidad.

“En el principio” se refiere a que todavía el mundo ha no había sido creado.

Antes que todos los seres vivos fueran creados, el Dios Todopoderoso Existía. Luego Dios tomando la forma de carne, vino a morar entre nosotros, trayéndonos la salvación de nuestras vidas, trayéndonos misericordia para nuestras vida diaria, trayéndonos la verdad que nos permite entrar a la salvación de Dios.

¿Cuál es el Nombre de Dios?

El verso 17 dice que el nombre de Dios es Jesús. Esto es el Cristianismo, el objeto de nuestra adoración en la Verdadera Iglesia de Jesús. ¿Acaso no es Él, Dios?

¿Acaso a quién usted ahora adora es Dios? Investíguelo de forma minuciosa, y luego haga su decisión en base a su conclusión.

Que las multitudes sobre la tierra puedan santificar el Santo Nombre de Jesucristo. Amén.