Durante el transcurso de la historia de la humanidad, la expiación de la culpa mediante el derramamiento de sangre es encontrada en varias religiones. A pesar de la piedad de los devotos, la sangre de los animales, o bien la de los seres humanos, no puede quitar los pecados. Solamente la sangre de Jesucristo, quien murió en la cruz en nuestro lugar, tiene poder de limpiarlo. Pero después de casi dos mil años, ¿dónde encontraremos hoy su sangre? La respuesta se encuentra en el bautismo de agua, donde la maravilla de la expiación milagrosa de Dios lo celebra.
La Fuente de la Redención
Origen. “Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua” (Juan 19:34).
La muerte sacrificada del Señor Jesús en la cruz abrió una fuente de purificación que emana hasta nuestros días. Toda persona que crea en el Señor Jesús y se arrepiente de sus pecados podrá recibir el bautismo de agua.
Efecto. Si lo hacemos según al modelo prescrito en la Biblia y en el nombre de Jesucristo, el bautismo contendrá de poder maravilloso para quitar todo pecado, puesto que la sangre preciosa de nuestro Señor Jesucristo está presente en el agua por el testimonio del Espíritu Santo. Dios ha confirmado el bautismo de la Verdadera Iglesia de Jesús demostrando innumerables visiones de la sangre de Jesús en el agua y obrando milagros de curaciones.
Agua, Sangre, y el Espíritu Santo
Si el bautismo fuera meramente una inmersión en el agua, no sería nada sino un rito religioso, ya que con sólo agua no se podrá quitar pecado alguno. Sin embargo el misterio del bautismo descansa en una profunda unidad entre el agua, la sangre, y el Espíritu Santo. “Este es Jesucristo, que vino mediante agua y sangre; no mediante agua solamente, sino mediante agua y sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio; porque el Espíritu es la verdad. Y tres son los que dan testimonio en la tierra: el Espíritu, el agua y la sangre; y estros tres concuerdan” (1Juan 5:6-8). Con la presencia del Espíritu Santo, la preciosa sangre del Señor Jesús permanece en el agua durante el bautismo realizado por la iglesia. El Bautismo, por lo tanto, es mucho más que un acto simbólico.
La Manera Bíblica del Bautismo
El Candidato
Creer en Jesucristo como el Salvador y en la Verdadera Iglesia de Jesús como Su Cuerpo
Creer en el poder del bautismo
Arrepentirse de los pecados
Comprometerse a ser discípulo de Cristo
El Bautista
Estar bautizado y haber recibido el Espíritu Santo
El Modo
En el nombre del Señor Jesucristo
Inmergido totalmente el cuerpo
Cabeza inclinada
En agua natural y viva
¿Porqué debo bautizarme?
La mayoría de los cristianos alegan que el bautismo es simplemente un rito para convertirse en un miembro de la iglesia o solamente una expresión de ser creyente de Cristo. Esta suposición hace que el bautismo sea innecesario para la salvación. ¿Cómo nos dice la Biblia? Veamos qué es lo que dice la Biblia acerca de los efectos del bautismo:
Ser Limpio
“Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados.” (Hechos 2:38)
“Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre.” (Hechos 22:16)
Ser Salvo
“El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.” (Marcos16:16)
“El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración d una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo.” (1Pedro 3:21)
Entrar al Reino de Dios
“Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.” (Juan3:5)
Recibir una Nueva Vida
“Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.” (Romanos 6:4)
Representar a Cristo
“Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, en Cristo estáis revestidos.” (Gálatas 3:27)